La teoría más aceptada para explicar la gran extinción del Cretácico era hasta el momento el impacto hace 65 millones de años de un meteorito.
Un radical cambio climático hace 70 millones de años puede ayudar a explicar los cambios vividos con el fin del Cretácico y la desaparición de los grandes dinosaurios, según parecen revelar unos restos fósiles encontrados en la Amazonía peruana.
“Con este descubrimiento mostramos lo que los científicos venían hace tiempo proponiendo, que no fue el meteorito de Yucatán lo que extinguió a las especies, sino que la extinción había empezado antes”, explico a Efe el director del Museo Paleontológico Meyer-Hönninger de Chiclayo (norte de Perú), Klaus Hönninger.
Hönninger se refiere al hallazgo de unos fósiles encontrados en estratos de varios ríos de la Amazonía peruana, un entorno que en los últimos tiempos desvela secretos animales, botánicos, arqueológicos y ahora paleontológicos.
Por precaución, el científico se niega a revelar la localización exacta de estos estratos estudiados y se limita a decir que están en las cuencas del Ucayali y el Huallaga, pues quiere evitar la aparición de oportunistas y depredadores.
La teoría más aceptada para explicar la gran extinción del Cretácico era hasta el momento la propuesta por el premio Nobel Luis Álvarez, que defendía que el impacto hace 65 millones de años de un meteorito en Yucatán (México) provocó la extinción de buena parte de la fauna y flora que habitaba el planeta y que supone el paso de la era de los grandes saurios a la de los mamíferos.
Sin embargo, y según señaló Hönninger, esta teoría tiene un punto débil: ¿cómo se explica que ante una catástrofe de este tipo algunas especies sobrevivieran mientras otras se extinguieron?
Movidos con esa inquietud, los científicos del museo Meyer-Hönninger comenzaron a recorrer desde el pasado noviembre las cuencas de varios ríos de la Amazonía peruana, en busca de estratos pertenecientes a aquella remota era geológica.
Para Hönninger, lo que encontraron obliga a reestructurar la teoría de Álvarez: hace 70 millones de años los pequeños organismos foramideos, primer eslabón de la cadena alimenticia de entonces, comenzaron a sufrir una disminución de tamaño.
“Lo que significa que iban siendo cada vez más microscópicos y por ende los animales que se alimentaban de ellos iban teniendo cada vez más problemas para alimentarse y toda la cadena alimenticia se deteriora”, explicó el científico peruano.
Con ese descubrimiento, se puede demostrar que a finales del Cretácico el planeta vivió un duro cambio climático, que con anterioridad del impacto del meteorito de Yucatán, ya habría propiciado el comienzo de la extinción de muchas especies, y explicaría por qué otras no desaparecieron: simplemente, lograron adaptarse a este cambio.
Con esta teoría, Hönninger no quiere eliminar de la ecuación al meteorito, pero sí devalúa su importancia: “El meteorito de Yucatán vendría a ser la cereza encima de la torta”. “Lo que hemos descubierto es un hecho histórico que va a abrir la puerta a muchas investigaciones. Va a haber una revolución a nivel mundial, porque mucha gente estaba esperando un resultado como este”, agregó.
Para empezar, en agosto se espera la llegada a Perú de expertos de universidades de varios países para continuar estudiando los estratos de la selva peruana.
Otro punto que apoya la tesis de Hönninger es que el mismo proceso de disminución de tamaño que los “foramideos” sufrieron hace 70 millones de años se registra hoy en día en el plancton a consecuencia del actual cambio climático.