A solo unas horas de que finalice el plazo de presentación de candidaturas de cara a la Asamblea local del PSOE de Cádiz para encabezar la formación, este lunes a las 17.30 horas, la dirección provincial no encuentra un nombre que pueda defender sus intereses y trata de forzar un acuerdo con un nombre “de consenso”, el de Manuel Piñero, en vano.
José Ramón Ortega, que aspira a revalidar el cargo al frente de la formación, tiene amarrado los apoyos mayoritarios para continuar al fren del proyecto.
Éste cuenta, según fuentes de toda solvencia, con que, en caso de que haya que votar el martes, sumará al menos el 80% de los apoyos, porcentaje similar al cosechado por Javier Ruiz en las primarias celebradas el pasado 16 de marzo, frente al 20% que cosechó Juan Carlos Ruiz Boix.
Para ello, Ortega reedita la alianza con el romanismo, muestra de la capacidad de su equipo para apaciguar, sino cerrar, las viejas luchas intestinas del partido en la capital gaditana. Unidas ambas corrientes con el objetivo de renovar la dirección provincial, ahora tratan de repeler la ofensiva de Ruiz Boix, que desde el Congreso Provincial ha expresado sin ambages su intención de controlar la agrupación.
El hecho de que el entorno del secretario general provincial pusiera recientemente en el disparadero a Blanca Flores por medio de una filtración en un medio de comunicación afín (si bien, con posterioridad, a preguntas de VIVA CÁDIZ en una rueda de prensa, reculó y aseguró que tanto Flores, subdelegada del Gobierno, y Fran González, delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, y al que la citada información también cuestionaba, “son los mejores”), ha sido decisivo para que esta ‘entente cordiale’ se mantenga ante la Asamblea Local.
Ruiz Boix señaló en un primer momento como elegida para la batalla local en Cádiz a la concejala Natalia Álvarez, que incorporó a su núcleo duro como secretaria de Igualdad de la Ejecutiva Provincial. Se da la circunstancia de que, antes de abrazar el oficialismo, Álvarez había expresado su apoyo a Javier Ruiz y luego fue elegida como delegada para el cónclave socialista por los romanistas.
Álvarez finalmente ha reculado y solicitó el apoyo para Juan José Arauz, que impulso un proceso, archivado a nivel local, contra Ortega y Óscar Torres a finales del pasado año por presuntas irregularidades que, en el caso del secretario general han acabado con la denuncia a la empresa que gestionaba su piso turístico, y en el del portavoz municipal, en aguas de borrajas.
Pero la opción de Arauz no parece que cuaje, de manera que Ruiz Boix ha puesto sobre la mesa la posibilidad de colocar como secretario general del PSOE de Cádiz Manuel Piñero, presidente durante ocho años con Fran González, y figura de prestigio y querida. Sin embargo, según las mismas fuentes consultadas, también se ha negado a entrar en el juego, y todo indica que sus simpatías se depositan tanto en Ortega como en Torres, cuyos trabajo en la Corporación y su candidatura como alcaldable no se ponen en duda.
