Antoñito Molina hizo vibrar al estadio Nuevo Mirandilla este sábado con espectáculo total de música, sorpresas y gaditanismo, con imágenes de Cádiz en las pantallas.
Molina fue este sábado profeta en su tierra, esa tierra que no abandona pese a su fulgurante carrera musical, esa tierra a la que vuelve cada febrero para cantar con su chirigota de toda la vida y en Semana Santa como un integrante de banda musical más tocando la trompeta tras la virgen del Nazareno. Y su tierra, su gente, vivió con él una noche mágica.
El roteño, inmerso en su gira Me prometo, cumplió uno de los muchos sueños que está haciendo realidad y protagonizó un concierto para el recuerdo que sirvió como apertura del ciclo Cádiz Music Stadium.
Se hizo esperar el concierto, retrasado una hora por el calor asfixiante en la capital gaditana. Así, a las 23.00 en punto arrancó el espectáculo, que incluyó sorpresas como la participación del cantante y compositor argentino Abel Pintos. Y la gran sorpresa llegó con la participación de Antonio Orozco para cantar a dúo la canción Devuélveme la vida.
Antoñito Molina también interpretó una canción especialmente compuesta para la ocasión dedicada a la huelga del metal, demostrando una vez más su compromiso con la tierra que le vio nacer y a la que ama sobre todas las cosas. Con gritos de "ni un paso atrás en la lucha del metal", el público agradeció este tema inédito.
Con camiseta del Cádiz CF y cantando el pasodoble Me han dicho que el amarillo se echó el cierre a más de dos horas de concierto en el que Antoñito Molina lo dio todo ante miles de gargantas entregadas que tampoco se guardaron nada de fuerza para cantar todas las canciones del roteño.
