El cadismo recupera la ilusión de la mano de su nueva estrella. Miles de aficionados guardaron largas colas este domingo para acompañar a Suso en su presentación como nuevo jugador del Cádiz CF, en un multitudinario y emotivo acto en el Nuevo Mirandilla.

Es evidente que el fichaje de Suso no es uno más. Su llegada apela a un sentimiento cada vez más escaso en el mundo del fútbol, el del amor a los colores por delante del dinero y de los títulos. Pudo elegir seguir en Sevilla, en prácticamente cualquier equipo de Primera o ganar una fortuna en Arabia Saudí. Pero Suso tenía “una idea fija, un sentimiento, el de volver y el de hacerlo en un buen momento personal. Creo que en este momento no hay una persona más feliz que yo en el mundo”, explicó el gaditano en sala de prensa antes de encontrarse con los cadistas en el terreno de juego.

Le acompañó en su comparecencia ante los medios Juan Cala, que destacó que “vuelve a su casa para defender al equipo de su tierra, para liderar este proyecto fuera y dentro del campo y para ser parte activa del presente y del futuro del Cádiz CF”. Para el club su incorporación era “una prioridad absoluta”, pues Suso “representa todo lo que queremos en este proyecto: carácter, ambición y sentimiento de pertenencia”.

El ex del Sevilla FC desveló que ya tuvo intención de firmar por el Cádiz el pasado mes de enero, pero entonces no se dieron las circunstancias para su fichaje. Una vez liberado de su vínculo con el cuadro hispalense, tenía claro que su destino sería regresar a casa. “Para mí esto es más que un sentimiento. Vengo a jugar en el Cádiz, nunca he mirado ni la categoría ni el tema económico. He venido al equipo de mi ciudad, al que he visto desde pequeño. Siempre he sido un cadista más”, subrayó. Y lo hace además con la ilusión de “estar en los puestos de arriba y luchando por estar en Primera”.

Suso se vistió finalmente de corto para recibir el cariño de la afición, que llenó buena parte de la grada de tribuna para aclamar a su nuevo ídolo. El jugador logró contagiar su ilusión a unos seguidores amarillos que ya sueñan con ver a uno de los suyos, gaditano y cadista, triunfando con el equipo de su tierra.