La diputada de Sumar por Cádiz, Esther Gil de Reboleño, ha informado por medio de una nota de prensa que tres de las cinco familias residentes en el número 19 de la calle Javier de Burgos serán reubicadas por la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) tras haber mediado.
El proceso de realojo contempla distintas ubicaciones: dos de las familias serán realojadas en la capital gaditana, en las que se adaptarán los espacios mientras están ya habitando. Una tercera, se trasladará a San Fernando mientras duren las obras de la finca. Las otras dos familias de Javier de Burgos han rechazado las alternativas habitacionales ofrecidas por la Sareb; aún así, la sociedad seguirá buscando soluciones que se adecuen a estos inquilinos.
Khaoula Ben Kassem, portavoz de los afectados, confirma este extremo, pero también aclara que todavía no hay nada firmado. De hecho, ella misma, madre de cuatro hijos, no ha visitado aún el piso que le ofrecen, después de rechazar el de La Isla por falta de espacio y por el perjuicio que provocaría el traslado, dado que los menores están matriculados en centros escolares gaditanos y por razones laborales.
“Cuando firmemos, quedaremos tranquilos”, agrega, al tiempo que expresa, no obstante, su preocupación por las otras dos familias.
No obstante, confía en que se les dé alternativas. Por el momento, las movilizaciones han servido para trabar contacto con la Sareb. Hasta ahora había resultado imposible.
Cuestionada sobre la propuesta de IU de que el Ayuntamiento convoque la Mesa Tripartita entre el sector público y la sociedad civil que creó el anterior equipo de Gobierno para dirimir asuntos de vivienda de la ciudad y concretamente el problema de Javier de Burgos, 19, con la Sareb como invitada, considera que es una buena opción.
“Todo lo que sea sumar cuenta”, apunta. En este sentido, recuerda que las familias están mostrando colaboración para que la sociedad estatal comience cuanto antes las obras de la finca, que se encuentra en mal estado, y presenta con frecuencia la presencia de ratas y cucarachas.
Gil de Reboleño, por su parte, también ha afirmado que la Sareb asegura a las vecinas y vecinos su regreso al inmueble una vez rehabilitado el edificio, con un contrato de alquiler social.
