Las conclusiones del estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Yale (EEUU), y de las de York y Columbia Británica, en Canadá, son importantes para Estados Unidos, un país que el próximo día 20 verá la investidura de Obama, primer presidente negro de su historia.
“La elección de un negro no significa que haya muerto el racismo o que la gente ya no tolerará los actos de discriminación étnica”, manifestó Kerry Kawakami, profesor de psicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de York.
Como prueba, los científicos indican que en Estados Unidos los actos de racismo flagrante contra los negros todavía ocurren con alarmante frecuencia.