Los estanqueros de Cádiz son los más castigados por la lacra del contrabando de tabaco. Esta lacra ha experimentado tal nivel de presencia y penetración que ya es una verdadera ruina para una muy importante y numerosa cantidad de expendedores de la provincia. Para muestra un botón. En cuestión de tres años han desaparecido 30 establecimientos de este tipo en nuestra provincia.
—Lleva usted dos meses como presidente de la Asociación de Estanqueros de la Provincia de Cádiz, ¿cómo se ha encontrado la situación?
—La verdad es que como presidente electo llevo sólo dos meses, pero llevaba 16 en la vicepresidencia de la asociación y los dos últimos ejerciendo de presidente en funciones, porque la persona que estaba desempeñando el cargo no pudo continuar por motivos personales. El que se iba a ir iba a ser yo, pero los problemas que hay no se les puede dejar a la gente nueva, porque los jóvenes necesitan apoyo. No es que uno sepa más que nadie, pero por lo contactos que se van consiguiendo a lo largo del tiempo y la experiencia, me pareció necesario dar el paso adelante. Creo que hacen falta un par de años para que los jóvenes que me acompañan en la directiva se vayan familiarizando con el trabajo de la asociación para que luego ellos puedan continuar.
—¿En qué situación se encuentra el gremio en la actualidad?
—Estamos en una situación muy delicada. En los últimos años no hemos hecho más que recibir golpes y problemas. Muchos han tenido que echar el cierre, porque la situación en determinadas localidades de la provincia es insostenible.
—Primer mazazo, la Ley Antitabaco, ¿cómo les afectó?
—La Ley Antitabaco nos provocó graves consecuencias económicas. Tras su puesta en marcha cayó casi un 15 por ciento en un solo año el volumen de ventas. A esto hay que sumar que nos tenemos que enfrentar a la continua subida de precios, lo que deriva en que este negocio se convierta en el blanco perfecto para los contrabandistas. Quiere decir que los estanqueros no somos sólo recaudadores de impuestos, sino que además, nos están machacando con la competencia desleal.
—¿Cuál es el volumen de ventas de la provincia?¿Cómo se ha comportado en 2012?
—Durante 2011 la provincia bajó su volumen de ventas en un 20 por ciento, y en 2012 hemos llegado al 35 por ciento de caída. Pero no nos confundamos, la explicación no es que la gente no consuma, eso es falso. La gente compra, pero no lo hace en el estanco.
—¿Se sienten desprotegidos?
—Tenemos la suerte de que la Guardia Civil está haciendo controles por las salidas del Gibraltar, pero las arracas, quioscos y tiendas de alimentación venden tabaco de contrabando y ya eso no se está persiguiendo tanto. En el Campo de Gribaltar hay estanqueros que han pedido cierres temporales de sus negocios porque ven imposible continuar hasta que esto no mejore. Ahora a primeros de año va a entrar en vigor una nueva normativa para que sólo se pueda sacar de Gibraltar cuatro cajetillas al mes. Esperemos que esta medida sirva para poner coto a tanta competencia desleal.
—¿Hacen falta más medidas?
—No se trata de que haya control sólo en las carreteras. Hay que atajar el problema que están ocasionando determinadas marcas para la salud, porque no ofrecen ninguna calidad, de hecho, se ha demostrado que algunas de ellas utilizan excrementos de animales ligados con papelillos. Es decir, que ofrecen una mezcla con sabor a tabaco pero que no es tabaco. No entendemos cómo Sanidad no se mete de lleno en esto.
—¿Qué iniciativas están llevando a cabo desde la asociación?
—Hemos intentado tener una reunión con la alcaldesa de Jerez para ver si a nivel local podemos hacer algo, porque también se está dando el problema de las “casas patera”, que son los domicilios que venden productos de contrabando. Si Sanidad nos pone tantas exigencias a nosotros, ¿por qué se permite que se vendan productos con semejante peligro para la salud pública? En breve tendremos una reunión en la Comandancia de la Guardia Civil y con el Subdelegado del Gobierno que nos prometió que próximamente nos reuniríamos con las instituciones del Campo de Gibraltar para hablar de la nueva normativa. A ver si conseguimos por lo menos que no cierren más estancos. Por otro lado, el próximo 22 de enero, todos los presidente de las asociaciones de España iremos a Bruselas para protestar contra la directiva Europea que nos pretenden imponer y que nos va a afectar gravemente si sale adelante.
—¿Cuántos establecimientos han cerrado en los últimos años?
—En la Línea había nueve estancos y quedan tres, en Algeciras ha habido tres cierres temporales, en Jerez están infectados de contrabando manual, al igual que ocurre en los pueblos de la sierra. En la provincia de Cádiz había 357 estancos hasta hace tres años, y ahora hay 327. La provincia está a la cabeza en tasa de contrabando, tenemos un 35 por ciento, algo insostenible.
—¿No cree usted que hay ‘sobrepoblación’ de estancos teniendo en cuenta la oferta y la demanda?
—No, en absoluto. No hay sobrepoblación de estancos porque desde hace varios años no se convocan concursos para reponer los establecimientos que se están cerrando, y eso ha permitido equilibrar oferta y demanda. El problema es el contrabando y si no se pone coto, vamos a sobrar todos.
—¿Qué siente cuando ve que muchos compañeros han tenido que enfrentarse a multas desorbitadas por tener en un único negocio ultramarinos y estanco, mientras que las tiendas multiprecio venden de todo sin que aparentemente les ocurra nada?
—En Cádiz capital ha habido varios casos de este tipo. A esos compañeros de los que hablas les pusieron 12.000 euros de multa o un mes de cierre, y por supuesto la separación de los dos negocios. Mientras tanto, nos tenemos que comer que los chinos no sólo estén mandando a la ruina al resto de los establecimientos pequeños, sino que además, muchos están vendiendo tabaco sin que nadie les diga nada. Estas cosas no se entienden, y por supuesto siento indignación.
—¿Se sienten desatendidos por las autoridades?
—El año pasado estuvimos con el presidente de la Asociación a nivel nacional en la Dirección de Aduanas, en Hacienda y en la Dirección General de la Guardia Civil. Nos reciben, nos dicen que nos comprenden, pero acto seguido nos informan de que no hay medios para más medidas de control, porque no sólo se encargan del contrabando de tabaco, ya que también persiguen otras productos y sustancias, y el problema de la inmigración.
—El tabaco de liar era la alternativa para los que no disponían de cuatro euros diarios para adquirir una cajetilla, pero últimamente está subiendo el precio como la espuma...
—El tabaco de liar se vendía antes más barato porque las empresas tabaqueros no lo anunciaban como tabaco. Cuando esto cambió, ya tuvieron que pagar impuestos, y entonces subieron los precios. Se sigue vendiendo mucho de todas formas, porque la persona que no tenga recursos y disponga de tiempo para liar, le sigue saliendo rentable, aunque no tanto como antes.
—¿Los estanqueros de Cádiz se están viendo afectados por los robos? ¿Se ha percibido un repunte como consecuencia de la crisis?
—La verdad es que afortunadamente no. En la provincia de Cádiz no estamos viéndonos muy afectados con los robos. En otras provincias están teniendo más problemas de este tipo.
—¿Cuál es la previsión para 2013?
—Ahora mismo acaba de producirse una subida por parte de Altadis, pero Philips Morris no le ha acompañado. Dependemos de lo que digan las otras dos marcas en discordia. Si deciden seguir a Altadis, ya entramos en una guerra de precios y no queremos llegar a eso. Por desgracia ya tenemos experiencia en este tipo de batallas. Hace cuatro años ocurrió, y a los estanqueros nos costó muchísimo dinero una bajada en picado de las casas tabaqueras. Cuando sube el tabaco nosotros perdemos dinero a la mercancía que tengamos en stock y en los últimos años se han producido muchas subidas.
—¿Alguna curiosidad...?
—Con el tabaco que España exporta a Gibraltar cada gibraltareño tendría que sumar 12 cajetillas diarias. Eso nos permite hacernos una idea del tráfico ilegal de tabaco que hay. La recaudación de impuestos del Estado dependen mucho del tabaco y está bajando de una manera drástica.
