"Este año estamos disminuidos en número, lograremos salir dos o tres", nos adelanta Alejandro Leiva, uno de los seis miembros de la conocida chirigota callejera 'Los del perchero'. Se da la circunstancia de que tres de ellos viven fuera de Cádiz, uno de ellos en Roma, y de los tres que quedan, uno ha sido recientemente papá, así que "nos hemos decidido tarde para salir" por lo que la chirigota para este próximo Carnaval 2018 "está en una fase muy embrionaria". Aunque el nombre es lo último que deciden, su idea para este año es ir de jueces ya que "la actualidad está tan judicializada". Aún así no lo tienen muy claro, "nos descartamos cambiarlo". Y es que a día de hoy solo tienen seis cuplés escritos "muy graciosos, pero solo eso", y esta chirigota se marca un mínimo de repertorio de veinticinco minutos "que es lo que nos exigimos para mantener la calidad". En cuanto a las letras, Leiva baraja muchos temas pero confiesa que le da pereza escribir sobre el tema Catalán que "lo va a absorber todo" por lo que deja esa parte como una sorpresa.
Y si son tan pocos, ¿quién lleva el perchero? Pues también se lo están planteando, "si uno lleva la guitarra y otro el carrito...". Pero las ganas pueden con las adversidades, y más, para una agrupación que lleva 15 años en las calles desde que en 2004 se estrenaran con 'Media ración de bailarina rusa'.
"Era un carnaval donde hacía mucho frío y viento. Íbamos disfrazados con un tutú y nos agenciamos unos albornoces, y cada vez que cantábamos nos los quitábamos". ¿Dónde los iban a dejar si no había un lugar apropiado y limpio en las calles? "Nos compramos un perchero de hierro forjado, del que conservo la factura del chino, y empezamos a colgar las cosas. Incluso metimos el perchero en la letra de la presentación. Al final la gente colgaba sus bolsos, y desde ahí ya lo hemos sacado todos los años". Fue a partir de entonces cuando de forma natural la gente los bautizó como 'Los del perchero'. "Es una cosa popular", recuerda Leiva.
Si hay una forma clara de identificarlos por las calles durante el Carnaval, es por la marabunta de personas que arrastran a su paso. Esto ocurre desde 2008 cuando sacaron 'Silencio, hazme el Fagot'. "Era un tipo serio, tocando con parsimonia instrumentos de capilla musical y teníamos muchas dudas de si la gente se iba a callar y nos iba a respetar. Sin embargo empezó a irse detrás como una procesión, el perchero tenía unas velitas, y encendimos unos cirios". Fue entonces cuando empezó el fenómeno de perseguirlos, hecho que lo llevan con filosofía y apelan al sentido común de la gente. "Es cierto que hay momentos en que se forman aglomeraciones y dices: aquí viene un yihadista y se pone 'morao', pero bueno".
Por eso siempre se les puede encontrar en calles alejadas de los tumultos. Parten de la calle Sagasta y sus alrededores como Solano, Rosario Cepeda, Armengual, y por la noche Portería de Capuchinos y Macías Rete. Para Leiva su día favorito es el martes, "porque hay menos gente, menos barullo, sale el que verdaderamente es aficionado, y de ahí surgen momentos muy graciosos", confiesa.
A pesar de todo ese fenómeno fan, nunca han tenido ningún altercado grave, tan solo "alguna carrera que otra para llegar a coger un buen sitio". Si no llegas no pasa nada, porque siempre cantarán en la calle siguiente. "No pasa nada que estamos en Carnaval".
