A partir del próximo lunes, 1 de julio, ya cualquier conductor que utilice el puente de la Constitución de 1812 para entrar o salir de Cádiz deberá levantar el pie del acelerador si no quiere encontrarse con la notificación de una multa en el buzón de su casa. Desde mayo se ha estado en periodo de pruebas tras instalar el radar de tramo en el conocido como segundo puente, y eso ha dado lugar a que a numerosos conductores se les haya notificado en sus domicilios respectivos que habían superado los límites de velocidad, en cuanto está estipulado en el tramo en que se encuentra el citado radar.
En concreto, según los datos facilitados a Viva Cádiz por la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, a través de la jefatura provincial de Tráfico, la media de infracciones captadas por el radar en la CA-35 en días laborables a su paso por el puente de la Constitución de 1812 con sentido creciente ha rozado el medio centenar. En concreto han sido 49 multas de media al día de lunes a sábado, mientras que en domingos y festivos, en sentido entrada a la ciudad han sido 63 en ese mes de mayo.
Mientras tanto, en el sentido decreciente, de salida de la ciudad, la media en día laborable ha sido de 89 infracciones, según se han notificado desde Tráfico, siendo 69 las que se registraron como media en día festivo.
Desde Tráfico se advertía que durante mayo y junio se buscaba concienciar y familiarizar a todos los conductores con el funcionamiento del radar de tramo, y aquellos que superasen la velocidad establecida recibirían una carta informativa en sus domicilios con los datos de la infracción (día, hora y velocidad registrada). A partir del lunes lo que se hará es instruir los correspondientes expedientes sancionadores.
Los llamados radares de tramo son una nueva forma de controlar la velocidad, no en puntos kilométricos concretos, como hacen los radares fijos, sino en tramos de carreteras de varios kilómetros. En la provincia existe otro radar de estas características, ubicado en el término municipal de San Fernando, en la CA-33, donde lo máximo permitido es circular a 80 kilómetros por hora. Durante su primer año de vida se sancionó a más de 12.400 conductores. A esos 80 kilómetros por hora debe circularse entre los puntos kilométricos 2,7 y 7 de la CA 35, con casi cinco kilómetros en ambos sentidos
Esta modalidad de vigilancia no funciona con radares sino con cámaras de visión artificial. El procedimiento que se sigue consta de varias funciones. En primer lugar, las cámaras (una por carril) graban de forma continua a todos los vehículos a la entrada y salida de la zona de control.
Estas cámaras están sincronizadas por fibra óptica y con sistemas redundantes de la información. Con los datos almacenados, se casan las matrículas iguales, se comprueban los tiempos de paso de cada vehículo y se calcula su velocidad media. Sólo se sanciona a los que han sobrepasado el límite de velocidad en el tramo de la vía CA-35 señalizado. Una vez detectada la infracción, el resto del procedimiento es igual que las captadas por radares fijos: las imágenes y datos de la infracción se trasladan al Centro de Gestión de Denuncias Automatizadas sito en León, que tramita y envía la denuncia.
En cuanto al resto de radares, sumando estos cuatro de tramo, en San Fernando y Cádiz, existen un total de 59, de los que 32 están considerados como móviles y 19 son fijos, según los datos de Tráfico.
