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El presunto parricida de Arcos dice que no recuerda los hechos

Un jurado popular ha comenzado a juzgar al presunto parricida de Arcos de la Frontera (Cádiz), acusado de matar a su bebé asfixiado en junio de 2017

  • Imagen tomada junto al domicilio donde tuvo lugar el trágico asesinato de un bebé. -

Un jurado popular ha comenzado a juzgar este miércoles en la Sección Octava al presunto parricida de Arcos de la Frontera (Cádiz), acusado de matar a su bebé asfixiado en junio de 2017. El acusado, para quien la Fiscalía pide una condena de el internamiento en un centro psiquiátrico de carácter permanente y revisable, ha señalado que no recuerda los hechos.

No obstante, la Fiscalía, en su escrito de calificación, al considerar la circunstancia de eximente incompleta del artículo 21.1 del Código Penal en relación con el artículo 20.1, contempla también una pena de 28 años y ocho meses de prisión por los presuntos delitos de asesinato --28 años-- y malos tratos --ocho meses--, así como una indemnización total de más de 88.000 euros.

La Fiscalía da en su escrito como hechos probados que el hombre en el momento de los hechos mantenía una relación de pareja de convivencia con una mujer de 30 años y tuvieron a un hijo. Así, en junio de 2017, cuando el hijo contaba con nueve meses, el acusado le tapó la nariz y la boca "con ánimo de acabar con la vida de su hijo".

Además, presuntamente, según la Fiscalía, agredió con puñetazos y patadas a la mujer cuando fue a auxiliar a su hijo y lejos de atender a los requerimientos de la mujer "apretó la cara del bebé contra su pecho, lo asfixió y lo dejó en el suelo".

Según señala la Fiscalía en su escrito, el acusado en el momento de cometer los hechos creía recibir mensajes en su teléfono móvil que le decían "que tenía que asfixiar al bebé", "que pronto llegaría el Apocalipsis", "que había una red extranjera compuesta por falsos apóstatas, que sabían que el armagedón estaba cerca", así como que "tal como recibía los mensajes y los aceptaba en el móvil se borraban".

Una vez que la Guardia Civil se personó en el domicilio, el acusado dijo a los agentes que "sabía lo que había hecho" y que "lo único que quería era tirarse por la Peña" --un acantilado existente en Arcos--, según el escrito del fiscal.

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