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Cádiz

El patrimonio del Obispado, ‘dejado de la mano de Dios’

Según Ingresos y Gastos de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, la inversión en conservación de edificios asciende a 6,1 millones, aunque algunas presentan dejadez

  • Estado de las ventanas de la sede del Obispado de Cádiz. -

Hace unas semanas la Diócesis de Cádiz y Ceuta daba a conocer el estado de ingresos y gastos correspondientes al ejercicio de 2018. Según estos datos, la Iglesia gaditana obtuvo 14.501.694,67 euros durante el pasado año procedentes de aportaciones de los fieles (casi 4,6 millones de euros), la asignación tributaria (2,6 millones), ingresos de patrimonio y otras actividades (5,1 millones) otros ingresos corrientes (1,5 millones) e ingresos extraordinarios (642.329 euros).  

Del balance se desprende que los gastos que tuvo la institución religiosa ascienden a una cifra muy similar a la de ingresos: 14.268.382,31. Es decir, prácticamente lo comido por lo servido. La mayor cantidad invertida por el Obispado es la que se refiere a la conservación de edificios y gastos de funcionamiento. Un total de 6.127.907,84 euros, lo que supone el 42,26% de todo el gasto.

Este porcentaje no sorprende, dado a que es bien sabido que la Iglesia posee un gran número de edificios. Muchas de estas propiedades son grandes piezas del patrimonio de la ciudad. Pero sin embargo, a pesar de los millones de euros que la Iglesia gasta en conservación, son varios los edificios que muestran cierto estado de abandono.

Un ejemplo de ello es la propia sede del Obispado, cuya fachada acumula gran suciedad. El edificio, que albergó anteriormente el Hospital de Mujeres y Capilla de Nuestra Señora del Carmen, data del siglo XVIII. Las rejas de las ventanas tienen varias capas de polvo ya casi adheridas a la pintura.

De otro lado, en el Oratorio de San Felipe Neri ha aparecido recientemente una gran grieta en la cúpula. Este edificio fue restaurado para el bicentenario de la Constitución de 1812 por la Junta de Andalucía, con una inversión que ascendía a los 7.8 millones de euros. El templo pertenece a la Diócesis de Cádiz, por lo tanto la conservación es responsabilidad del Obispado.  “Después de recibir el Oratorio reformado con dinero público, e incumplir un acuerdo por el que la iglesia formaba parte de un recorrido cultural sobre la Constitución gaditana, seguro que ahora, que han aparecido grietas en la cúpula, pedirán que el Estado, o de nuevo la Junta, reparen los daños, aduciendo que el Oratorio de San Felipe Neri es ‘Bien de Interés Cultural’”, esgrima el  Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Cádiz , Alberto Ramos.

Finalmente, otra de las propiedades ‘abandonadas’ del Obispado es la iglesia de la Divina Pastora, en la calle Sagasta. Esta parroquia lleva cerrada más de cuatro años, sin precisar de una gran inversión para la reapertura, ya que no presenta problemas estructurales sino de instalación eléctrica. Desde Adip (Asociación para la Difusión e Investigación del Patrimonio Cultural de Cádiz) y desde la Asociación Cádiz Ilustrada llevan años solicitando que abran este enclave también del siglo XVIII, “el primer templo del mundo dedicado a esta advocación mariana y uno de los mejores ejemplos del arte rococó en Cádiz”.

En definitiva, una institución como es la Iglesia, necesitada de fondos, que quizás debiera plantearse una buena dinamización económica de su propio patrimonio.

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