En España, 904 perros guía acompañan hoy a personas ciegas, dándoles autonomía, seguridad y una herramienta de inclusión social real. Desde la sede de la ONCE en Algeciras, su directora, Gema Valderrama, recuerda que estos animales “son los ojos de quienes no pueden ver, pero también mucho más de lo que imaginamos”.
El proceso de formación de un perro guía es largo y meticuloso. Comienza a los dos meses, cuando el cachorro es entregado a una familia de acogida que lo integra en su vida diaria durante al menos un año. “Tienen que ir con ellos a todas partes: al teatro, a la calle, a cualquier lugar donde pueda haber ruido o movimiento. Así se preparan para su futura labor”, explica Valderrama.
En cuanto a las razas más utilizadas, destaca el labrador: “Por su personalidad, su fidelidad y su forma de ser. Funcionan muy bien como perros guía”. Aun así, añade que no todos los perros que se entrenan logran completar el proceso: “Se tiene muy en cuenta tanto la personalidad del perro como la del futuro usuario”.
En este 30 de abril, Día Internacional del Perro Guía, la ONCE también lanza una petición a la ciudadanía: mayor conciencia y respeto. “Por ley, los perros guía pueden entrar en todos los establecimientos. Pero aún hay quien los ve como mascotas y no entienden que están trabajando”, subraya Valderrama.
Y lanza un mensaje directo: “Cuando veas un perro guía con su arnés, no lo toques. Si lo distraes, puedes provocar un accidente a la persona que lo necesita para moverse con seguridad”.
Desde la ONCE insisten: más cultura, más respeto y más empatía. Porque estos animales no pasean: trabajan cada día para dar libertad a quienes más lo necesitan.
