Bajo el lema “Contra la Pobreza Salarial y Social. Trabajo y Derechos” se ha celebrado hoy en Algeciras la manifestación del Primero de Mayo de los sindicatos CCOO y UGT.
A mediodía se han concentrado los participantes en ante la estación de Renfe para iniciar la marcha, que ha terminado en la Plaza Alta con la intervención de sus secretarios comarcales, Inmaculada Ortega y Ángel Serrano, respectivamente.
Varios centenares de personas portando banderas de ambos sindicatos y entonando estribillos y las habituales consignas han recorrido varias calles del centro de la ciudad.
Media hora antes de la salida de esta marcha CGT ha realizado su propio recorrido con varias decenas de personas que también se concentraron en la Plaza Alta, donde fue leído un manifiesto.
Tras el paréntesis del pasado año, cuando las organizaciones comarcales de CCOO y UGT se sumaron a la marcha por el empleo celebrada en Cádiz, los sindicatos han regresado a la comarca para llevar a cabo sus reivindicaciones.
La manifestación de este año ha contado con el protagonismo de colectivos que llevan varios meses de luchas laborales, como los de Correos y SAM Algeciras, entre otros.
Los líderes sindicales de la comarca también destacaron la situación de los trabajadores municipales de La Línea con la negociación de la RPT y el mismo caso en Los Barrios, así como el de los amortizados.
La precariedad existente en el trabajo y la petición de la derogación de la reforma laboral, que sigue siendo prioritaria para los sindicatos, han centrado las protestas.
Serrano destacó “el castigo al que están siendo sometidos los trabajadores” y recordó que de los cinco millones de parados que hay en España, hay más de 30.000 en la comarca.
Denuncian que la reforma laboral ha provocado que de los 16.000 parados de 2007 la cifra se haya elevado hasta casi 40.000 en el Campo de Gibraltar, de los cuales un 7% no tiene ningún tipo de ingresos.
Reclaman también la subida del salario mínimo a 800 euros y hubo momentos para recordar la “vergonzosa situación” de miles de refugiados en una Europa “deshumanizada”.