El Sistema encargado de gestionar los aceites industriales usados que se generan en talleres de automoción o industrias, entre otras actividades en España, SIGAUS, atendió su recogida durante el pasado 2017 en 12.653 establecimientos de 635 municipios andaluces, de los que el 71% se ubican en zonas rurales donde existen importantes valores naturales a proteger.
En el Campo de Gibraltar, en concreto, se llevaron a cabo 1.408 operaciones de recogida en los 333 establecimientos productores de la comarca. En total fueron recogidas 2.756 toneladas brutas de aceite industrial usado. Algeciras y Los Barrios son los municipios de la comarca donde más aceite industrial usado se genera, seguidos de Castellar.
En la provincia de Cádiz SIGAUS atendió la recogida de aceites industriales usados en 1.370 establecimientos, en los que se recuperó una cantidad bruta de residuo de 4.646 toneladas. Especialmente relevante fue la recogida en establecimientos ubicados dentro de espacios protegidos, donde el riesgo ambiental se maximiza y el aceite usado requiere de un mayor control por su potencial contaminante.
En este sentido, SIGAUS atendió la recogida de 130 toneladas de aceites usados que se generaron en 115 establecimientos. Los parques naturales de la Sierra de Grazalema o de Los Alcornocales son algunos ejemplos de entornos naturales de enorme valor medioambiental donde existe una importante actividad de gestión de aceites industriales usados. Tan solo en el Parque Natural de Doñana en Cádiz se llegaron a recuperar más de 83 toneladas de residuo durante el pasado año.
Para atender la recogida en los establecimientos ubicados dentro de estas áreas protegidas se tuvieron que realizar recorridos de 106 km de media. En algunos casos llegando incluso a realizar trayectos de hasta 130 km, como fue el caso de las recogidas realizadas en el municipio de Jimena de la Frontera donde se recuperaron 18.750 kg. De esta cantidad, 4.000 kg se recogieron en establecimientos ubicados dentro del Parque Natural de Los Alcornocales.
Durante el pasado año SIGAUS recogió en Andalucía una cantidad bruta de 22.150 toneladas de aceites usados, cerca de la mitad (el 46%) procedente de talleres de vehículos. El volumen de aceite usado recuperado se trata de una cantidad mayor que la cantidad de residuo que finalmente es tratado, ya que incluye grandes cantidades de impropios, como agua o sedimentos. Sustancias que, durante el pre-tratamiento, han de separarse para facilitar su gestión final y que, de no gestionarse correctamente, podrían tener un elevado impacto ambiental.
En el entorno rural, SIGAUS recogió aceites usados en casi 450 municipios, que suponen el 71% de los municipios totales donde se fue a recoger. Más de una cuarta parte de los establecimientos atendidos proceden de este ámbito, y en ellos se recuperaron 7.462 toneladas de residuo, que representan el 34% del total recuperado. Generalmente, se trata de zonas alejadas de los centros urbanos, lo que exige una compleja logística y donde la recogida es especialmente importante por el riesgo ambiental que se evita, ya que la mayoría de espacios protegidos se encuentran en este medio.
La intervención de SIGAUS cobra su máximo sentido en la recogida en zonas donde habitan especies en peligro de extinción. En Andalucía existen actualmente 33 especies en peligro de extinción (entre flora y fauna) que habitan a tan sólo un perímetro de 10 km de distancia de establecimientos que generan aceites usados, y a las que hay que proteger del impacto negativo de este residuo peligroso. Se trata, por ejemplo, de mamíferos como el lince ibérico (Lynx pardinus) o el murciélago ratonero patudo (Myotis capaccinii), entre una amplia variedad de especies de aves, peces, invertebrados y flora vascular.
El aceite industrial se consume en numerosos ámbitos empresariales, desde talleres de vehículos e industrias, hasta sectores como el transporte, la construcción, o cualquier actividad en la que haya máquinas, engranajes, turbinas o compresores que requieran el uso de lubricantes para refrigerar, aislar o disminuir la fricción entre piezas. Desde el pequeño generador de energía de un hotel hasta la nevera industrial de un restaurante. Debido a esta diversidad de usos, la generación de aceites usados resultantes se da de forma muy fragmentada y dispersa en el territorio.