La Zona Franca de Cádiz ha concluido el período competitivo de la Oferta Pública para el Recinto Fiscal Bahía de Algeciras que ahora pasa a Oferta Pública permanente, la modalidad en la que habitualmente se presentan y adjudican el 90% de las ofertas en los equipamientos de Zona Franca.
El hecho de que este periodo competitivo haya concluido sin que se haya materializado ninguna oferta firme se explica porque las parcelas del Recinto Fiscal están dirigidas a grandes operadores económicos, que han mostrado su interés por ellas pero necesitan más tiempo para completar sus trámites internos y gestiones, incluso para configurar el proyecto de construcción de las instalaciones.
Este periodo inicial de comercialización ha servido para obtener una valiosa información sobre los potenciales interesados y el mercado idóneo en el que reforzar las acciones de promoción y gestiones, al mismo tiempo que ha confirmado la correcta estrategia de comercialización que se está llevando a cabo, que se complementará ahora con el mencionado refuerzo de acciones con la información obtenida.
De esta forma, los responsables del Área Promoción Empresarial y Comercio Exterior del Consorcio han detectado los sectores interesados en estos espacios, centrándose en el de la logística, industria sanitaria, empresas del mercado internacional y promotores de capital internacional.
Las tres parcelas en comercialización tienen distintas dimensiones para acoger proyectos de distinta envergadura. La PLT-1 cuenta con una superficie de 42.095 m2, la segunda o PLT-2 con 27.331 m2 y la tercera PLT-3 tiene 10.840 m2. Los interesados pueden optar a más de una parcela al presentar su oferta.
La Zona Franca pone a disposición de los adjudicatarios el suelo fiscal y serán las propias empresas las que se encarguen de realizar su edificación de acuerdo a sus necesidades y ajustándose al reglamento del Recinto Fiscal, teniendo un periodo de carencia de 8 meses para la ejecución de las obras.
El desarrollo del Recinto Fiscal Bahía de Algeciras responde a una demanda histórica del tejido socioeconómico del Campo de Gibraltar y ya están adjudicadas las obras para que este suelo se adapte a las condiciones de recinto fiscal, condición que lleva implícito el poder acogerse a las ventajas aduaneras y fiscales para actividades vinculadas a la internacionalización, lo que supone un importante ahorro de costes para las empresas en él instaladas.
