Comienza a elevar tono el debate político interno sobre la fecha en la que Juanma Moreno decidirá convocar elecciones autonómicas ante la tormenta perfecta que se ha desatado en las filas de su adversario y que queda patente en cada acto de María Jesús Montero, donde intenta arengar a sus huestes y despejar ese run run que mezcla el desánimo a nivel nacional por el complot corrupto del trio calavera y las consecuencias derivadas para el liderazgo de la vicepresidenta del Gobierno en Andalucía. Que tras un impulso inicial por suceder a Juan Espadas ha entrado en modo neutro y que es fruto de la ventisca que sopla, de una frenética actividad suya que disipa cual bruma en una mañana tibia su objetivo andaluz y, también, de los males cierres orgánicos en provincias y el consiguiente desánimo en agrupaciones que entran en modo brazos cruzados. Y todo junto pincela un clima otoñal en pleno verano de esos que no se sabe si despejará o, lo más probable, cierre en modo tormenta chunga.
Juanma Moreno, mientras, deshoja la margarita sobre la mejor fecha para convocar y dado su carácter moderado y nada propenso a impulsos desmedidos todo hace indicar que se guardará la carta hasta el próximo año y que, tal vez, adelante a marzo todo lo más una vez aprobados sus presupuestos. Si en su piel estuviera el PSOE-A en cualquiera de sus diferentes versiones y ante la debilidad actual del oponente sin duda adelantaría para este mismo año, así lo hizo Susana Díaz y tantos otros para amasar mayorías absolutas unas tras otras. Y está bien, es lícito, pero a Juanma le puede el riesgo medido e, incluso, no sería de extrañar que agotase legislatura.
En todo caso, el PSOE-A intenta volver a coger el ritmo de salto en el cuadrilátero tras los últimos crochets de derecha y, a la vista está, no resulta fácil: ha elegido al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, para el papel de acosador del equipo de enfrente que les iguale la balanza cuando ni audios ni denuncias -al menos a día de hoy- señalan al algecireño, al tiempo que intenta atemperar el asunto de la corrupción y para ello propone una Ley que busca impedir que los diputados trabajen en empresas durante cinco años después de dejar sus cargos para prevenir conflictos de interés y que afectaría a beneficiarios de subvenciones de más de tres millones; el PP, mientras, deja a Landaluce que se defienda relativamente a solas y solo Antonio Sanz eleva el nivel en materia apoyos visitando Algeciras cuatro veces en quince días y, en lo otro, mira hacia otra parte a ver cómo hace para oponerse a la medida sin que se le note la mala cara porque esta propuesta de Ley les parece como mal pero sin el como. Lo difícil será explicarlo.
El Centra, que es el CIS andaluz, ha soltado esta semana su barómetro para señalar que el PP mantiene la mayoría absoluta, el PSOE se desploma y suben VOX, Por Andalucía y Adelante y, al margen de horquillas, las tendencias son las que son: el único debate hoy es saber si el PP mantiene la absoluta o si necesitaría a Vox para acuerdos globales o puntuales, mientras que al PSOE no le salen las cuentas sumatorias las haga por donde las haga y aunque recurra a que el Centra está controlado por la Junta, que lo está, se engaña si se niega a ver la realidad, que es la que es.
Y la realidad del momento, ente otras, dice que mientras alcaldes del PSOE consolidados en sus municipios sudan la gota gorda para ganar con soltura traspasando la mayoría absoluta, a los del PP no les cuesta tanto, suman concejales corriendo bastante menos; el PP navega, el PSOE sufre contra corriente y a su izquierda la izquierda se disuelve mientras Vox, pese a no creer en las corporaciones ni locales ni autonómicas y, la verdad, no prestar mucha atención en la altura de sus candidaturas, crece galopando a lomos de la corrupción, la inmigración y su medido discurso antisistema.
Y antes de que los calores derritan el hielo y sea de obligado uso acudir presto al chiringuito para un urgente llenado y el asueto y la brisa y la espuma de mar y los libros y todo aquello que a cada cual haga feliz, como a casi todos hace un balanceo rítmico entre caderas, y antes de que el tiempo detenido en agosto se apodere del espacio como lo hace el levante gaditano cuando recio, poderoso y varonil sopla, constancia quede de lo que se comenta por los bajos fondos: Que en Jerez andan muy molestos en el PSOE ante la visita de Montero un día después de aprobarle los presupuesto a García Pelayo pese a que ésta haya incrementado el capítulo uno, que es el coste de personal, en más de veinte millones de euros y les hierve este golazo por toda la escuadra en portería propia, va a ser que Pelayo cuando la llamó la chiqui era desde el cariño y no tirando de ironía, todo mientras miden si el candidato será, como aunque no lo diga quiere, José Antonio Díaz. Que en Sanlúcar el PSOE se largó del gobierno con IU y el PP no se atreve a presentar una moción de censura porque, con Vox, le faltarían dos y aunque no todos los concejales del PSOE son militantes, justos dos no lo son, el salto sería hacia el abismo -la degradación florece allí donde el langostino pasta y la manzanilla crece…-. Que en Rota Ruiz Arana está sobrado porque la candidata del PP no le hace daño, pero harto de ese partido suyo donde las UTEs, que son Uniones Temporales de Entereses, duran y cunden tan poco. Que en El Puerto Beardo mide con cinta métrica la anchura de sus bíceps a diario y que, tal vez, el exceso de proteína para fortalecer la musculatura merme otro tipo de visiones; nunca es aconsejable abandonar del todo los carbohidratos. Esenciales para el cuerpo humano.
Que en Cádiz el PP de Bruno, ¿Torre?, se ha ganado la calle porque enfrente no hay nada que lo inquiete y hasta Fran González no está para asuntos internos que le distorsionen de su día a día en ZF, donde es feliz, y que, al lado, en San Fernando Patricia Cavada y López Gil siguen apuntalado esa idea suya de a ver hacia dónde van, si ella vuelve a presentarse dado que el panorama no ofrece un futuro prometedor fuera, mientras él salta de la Diputación al Parlamento sustituyendo a Rafa Márquez, que se instala en un despacho privado en Viapol visto lo que hay que ver, y maneja junto a Montero a saber hacia dónde en ese titubeo suyo entre López y Gil. Que en Chiclana Chefy pasa lo más grande de todos y dedica las tardes a la meditación trascendental con la mirada perdida sobre el horizonte de La Barrosa; que en Conil todo va tan torcido que hasta echan de menos a IU y que en Barbate Miguel Molina deshoja varias margaritas, si mantenerse como bisagra, si oír las insinuaciones del PSOE o si darle continuidad a las conversaciones con Sanz y Bendono, que pese a su origen malagueño se pierde -como tantos otros- en los atardeceres atuneros y, a veces, reúne a lo más distinguido del PP gaditano.
Que en La Línea andan con el montaje de su nuevo partido provincial, anunciado para después del verano y con el que, también, se presentarán a las autonómicas por Cádiz con una mujer al frente -parece- y que buscan añadir a sus dos diputados por el partido judicial de La Línea un tercero por Algeciras y, si suena la flauta, otro por La Janda a sacar entre Barbate, donde se les han anticipado registrándole otros la marca, Conil, Vejer y Chiclana y, también, en la Costa Noroeste con Sanlúcar, donde no encuentran candidato, y Chipiona, donde han captado a Luis Mario Aparcero para presentarlo en una fusión de 100x100 Unidos por Chipiona. Que en Algeciras Landaluce anda fuerte y el PSOE no encuentra acomodo y en la zona solo lo tiene en San Roque, donde JC Ruix Boix acomoda trincheras ante sus frentes: políticos, no se vislumbra ni moción de censura en Diputación ni mejora en la expectativa electoral del PSOE en la provincia, ni jurídicos, parte de PSOE y todo el PP andan tras el suplicatorio de una de sus causas. Luego se enfada, pero lo que es, es. Y que en Arcos, por hacer una parada en la sierra, el PSOE mide su paso hacia las manos de Ana Carrera y los de Aipro están como en La Línea, abiertos al turismo. Como todo este Cádiz en verano, todos abiertos.
Esto viene siendo, con matices, más o menos así, con el añadido de todo aquello que por compromiso mundano debe quedar en la trastienda del saber, que es donde la información se empodera. Más o menos así hasta que un soplo de levante gaditano recio, varonil, lo cambie todo.