Mientras que el personal sanitario, el del transporte, limpieza, agricultura, alimentación, industria, investigación y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, libran una batalla sin descanso contra la crisis sanitaria mundial, los hay, que aburridos y con excesiva carga de mala fe y peores valores, intentan minar el ánimo de la gente difundiendo su miserable mensaje. Es otra batalla que ha comenzado la ultraderecha, aprovechando que la crisis sanitaria nos mantiene ávidos de información y permanentemente conectados a los medios de comunicación y a las redes sociales. Y es que aquí hay medios que caen en la complicidad del falso mensaje, en dar credibilidad y en exponer las opiniones de una ultraderecha reconcomida por el odio a un Gobierno de coalición de fuerzas progresistas que se está dejando la piel, literalmente, para no dejar a nadie atrás, con las enormes dificultades que entraña una gestión de esta envergadura que tiene que lidiar con demasiados frentes abiertos: crisis sanitaria, económica, social, afectiva y que aún a pesar de todo, es calificada por los organismos internacionales, por técnicos y por la ciudadanía como claramente positiva.
Cada vez que se toma una decisión, ahí están, miles de “bots” vomitando en las redes sociales mensajes cargados de odio, bulos y demás salvajadas contra el Gobierno y contra el Presidente Pedro Sánchez. Y es que no se enteran, o no quieren enterarse de que con eso, lo único que consiguen es gastar cantidades ingentes de dinero que no va a servir para nada, porque de esta o salimos todos unidos o no salimos. La estúpida creencia de que sus mensajes terminarán por dañar al Gobierno de España, sólo conlleva daño al conjunto de la sociedad, sólo origina dolor a la gente. La insensatez que manifiestan con la publicación en las redes sociales de mensajes incendiarios acompañados de fotos de ataúdes en las calles de Madrid o frente a la puerta de la sede del PSOE, sólo generan asco y repugnancia. Que el Partido Popular y sus falsos líderes, junto a sus acólitos en las CCAA donde cogobiernan con la ultraderecha, salgan en las redes sociales y en los medios de comunicación llamando a la desobediencia civil y cívica contra las Resoluciones dictadas por el Gobierno, sólo van a conseguir que la gente tome nota y compruebe una vez más que ni están capacitados para gobernar, ni se lo merecen.
