Dulce Armonía es una pastelería artesanal que desde que abrió en 2021 sigue una línea bastante interesante que le ha proporcionado una fiel clientela que busca en la calidad un valor diferencial frente a otras ofertas.
El expositor de la pastelería no se limita a ofrecer más de lo mismo.
Un músico reciclado a pastelero, Ricky Galera, y su mujer, Conchi Domínguez, en su caso pastelera de formación, están consiguiendo elevar el nivel de la repostería jerezana con propuestas importadas que se alejan de las recetas clásicas de la zona.
Eso no quita para que le quiten de las manos la torrijas caseras que elaboran en Cuaresma ni que no se adapten en un momento dado a cualquier tipo de sugerencia.
Aunque no es una de las especialidades por la que son conocidos, quiero recomendarles la palmera con yema tostada.
La palmera es una especialidad de la repostería dulce de origen francés, como casi todo lo que tiene al hojaldre como base, que en Cataluña llaman ulleres (gafas) y cuya elaboración está muy extendida.
Aunque las hay de todos los tamaños, la que nos ocupa es grande, de las que un buen amigo compararía con la oreja de Dumbo o un Seat 600 con las puertas abiertas.
Frente a otras versiones tan generalizadas como poco afortunadas, esta tiene la masa de hojaldre firme y crujiente. La yema la vierte el pastelero en el momento sobre la parte superior y la tuesta sobre la marcha con un soplete de cocina.
Espléndida y única, por lo menos comparada con las que solemos encontrar.
PASTELERÍA DULCE ARMONÍA. Av. Duque de Abrantes, 13, local 1A, 11407 Jerez, Cádiz.
