El delegado de Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha señalado este miércoles que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado van a estar en la "persecución permanente" de los casos de mutilación genital tras el caso del bebé de 40 días fallecido en Roquetas de Mar (Almería) después de que se le practicara con el consentimiento paterno una circuncisión ritualizada en su vivienda "con la más absoluta falta de todos los requisitos necesarios" para ello.
A preguntas de los medios, el delegado ha lamentado la proliferación de este tipo de prácticas que, en este caso, han dado lugar a la muerte de un menor de apenas un mes de vida, sentido en el que ha recordado que tanto los padres como el autor material de la operación están investigados por un presunto delito de homicidio por imprudencia.
Fernández ha reprobado así la realización clandestina de este tipo de intervenciones y ha señalado la acción del Ejecutivo, a través de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, de cara a evitar que se den nuevos casos como este.
Cabe recordar que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Roquetas de Mar decretó el ingreso en prisión del investigado por llevar a cabo la circuncisión para evitar riesgo de fuga y prevenir nuevas intervenciones quirúrgicas, ya que en base al instrumental localizado en su vivienda, se sospecha que pudiera efectuar este tipo de operaciones domésticas de manera recurrente.
Así, apuntaba que era necesario "evitar que el detenido continúe con tales prácticas que ponen en serio peligro la vida de los menores" como es el caso del bebé que falleció el pasado domingo tras la intervención por la que recibió un pago de 100 euros por parte de sus progenitores, que quedaron en libertad pero investigados por el mismo delito.
