Este lunes 23 de junio, comerciantes y artesanos que desarrollan su labor y tienen sus locales en la zona de la judería en la capital cordobesa se han concentrado bajo el lema ‘La judería existe’.
Esta concentración, que se hizo en el torno de la Cruz del Rastro venía a reclamar al ayuntamiento de Córdoba al entender las asociaciones convocantes de esta manifestación que el consistorio no cuenta con quienes trabajan en el casco histórico de la ciudad a la hora de plantear actividades.
Con este motivo, Manolo Ortega, coportavoz de la asociación NodoCorduba, nos ha atendido para hablar sobre este asunto que ha hecho que estos comerciantes y artesanos salgan a la calle para pedir que “se les escuche” cuando se organicen y se planteen actividades en el centro de la capital cordobesa.
-Pregunta: En la convocatoria de esta concentración decís que el ayuntamiento no pide opinión a los comerciantes y artesanos del casco histórico.
-Respuesta: Es que es un sinsentido. Ya van 6 años de mandato y sigue sin existir una estrategia clara para defender lo que es el tejido productivo, comercial, artesanal y vecinal del casco histórico. Hace poco, a mitad de este segundo mandato, el alcalde ha hecho una valoración que entendemos que tiene muchas lagunas en cuanto a que está disociado de la realidad porque creemos que no se da cuenta de la indignación y el malestar que existe. En este caso, el colectivo de comerciantes y artesanos están bastante indignados, han entregado firmas (no es la primera vez que lo hacen) y como el alcalde no ha dado respuesta se ha recurrido a convocar esta protesta.
-P: ¿Cuál es la realidad que percibís desde el colectivo?
-R: La realidad de Córdoba es que tenemos un escaso tejido productivo y comercial en el casco histórico que cada vez va a menos porque se daña, se deteriora y existe, además, un modelo económico que hace que ese tejido del pequeño comercio y de cercanía solamente exista en algunos “oasis” en el centro histórico. Tenemos en la judería un tejido comercial orientado al turismo y un tejido artesanal que no tiene tanto esa orientación y en la que no hay relevo generacional. Estamos hablando de patrimonio de la ciudad de Córdoba, por eso, a estas personas no les entra en la cabeza que el equipo de gobierno organice actividades de todo tipo como si el casco histórico estuviera vacío o como si fuera un decorado. Por ejemplo, no se pueden montar mercadillos artesanales allí, si lo que se vende luego en los puestos no es artesanal.
-P: Se ha llegado a hablar incluso de competencia desleal por parte del ayuntamiento.
-R: Claro, porque tú estás pagando impuestos y contribuyendo con lo que se pide a los comercios y, de pronto, te montan ahí mercadillos que se supone que venden lo mismo que vendes tú. Entonces claro, existe esa competencia desleal porque incluso esas actividades tienen subvenciones. Y no se está diciendo que no se hagan esas iniciativas, lo que se está diciendo es que podamos convivir todos y, para eso, el equipo de gobierno tendrá que sentarse con los afectados. Hay que mimar el comercio tradicional y de proximidad.
-P: Pero el turismo que pasa por el casco histórico, ¿puede afectar de forma positiva a estos comercios?
-R: Pues en realidad, no. Cuando montas un mercadillo suele ser algo temático y la gente va allí y no a esos comercios. Estamos hablando que esas actividades, además, se suelen montar en espacios son de interés cultural y tienen una protección especial. De hecho, anteriormente este tipo de iniciativas se ubicaban en la zona de Gran Capitán, pero claro, el comercio de aquella parte de la ciudad también se quejó y las fueron quitando. Ahora nosotros pedimos lo mismo, que no es otra cosa que poder convivir, no queremos fastidiar a nadie.
-P: Es verdad que la alta demanda que existe, también impide que se pueda disfrutar de esa zona, ¿no?
-R: Pues sí. Y esto no es turismofobia, sino una gentrificación que está devorando la zona. Esto se trata de plantear un modelo de turismo sostenible, que permita también que los cordobeses y las cordobesas podamos disfrutar de nuestra ciudad. El turismo es necesario, sí, pero de esta forma, no porque es que se está perdiendo hasta el uso residencial de las viviendas en esta zona de Córdoba.
-P: Otra cosa que denuncian tanto comerciantes como vecinos es la inseguridad que se está generando, ¿verdad?
-R: Eso es algo que va creciendo, porque estamos ya detectando “franquicias” de carteristas; cuando se va un grupo, viene otro y, por otro lado, tenemos los robos que está llevando a cabo alguna gente y que se llevan desde los parasoles de las terrazas de un bar hasta vestidos que están expuestos en algunas tiendas. Nosotros lo que proponemos es una “policía turística”. Aquí volvemos a lo mismo, a esa desidia del equipo de gobierno porque se le está diciendo al alcalde que se pongan de acuerdo entre las administraciones para ver qué solución se le podría dar a ese problema.