El alcalde de Granada, Francisco Cuenca (PSOE), ha advertido este miércoles de que el cierre del botellódromo es una decisión "inamovible" que se tomó por consenso de todos los grupos políticos, subrayando que "una administración pública no puede tener un espacio público dedicado a beber".
Cuenca se ha pronunciado de este modo a preguntas de los periodistas sobre la concentración convocada para este sábado por la tarde por colectivos juveniles para reclamar la reapertura de este espacio y la puesta en marcha de actividades de ocio atractivas.
Para el alcalde, el cierre del botellódromo el pasado septiembre fue una decisión "sensata, coherente y responsable" y eso, ha dicho, "no tiene cambio".
"Esta ciudad no va a tener espacios públicos dedicados exclusivamente a pillar un ciego, es así de rotundo", ha reivindicado Cuenca, que sin embargo afirma entender la necesidad y el derecho de los jóvenes de tener un espacio de ocio y actividades alternativas.
Ha recordado que el Ayuntamiento está trabajando en un plan de ocio que requiere de una elaboración, con el consenso de los grupos y la aportación de los propios jóvenes.
Todo ello enfocado a conseguir un nuevo modelo que "evidentemente no contempla pillar ciegos en medio de la calle", ha defendido, afirmando que si bien respeta lo que hagan los jóvenes ellos tienen que hacer lo propio con la limpieza y el derecho al descanso de los vecinos.
Así, ha garantizado que desde el Consistorio seguirán avanzando para buscar el acuerdo y poner ideas encima de la mesa para construir ese plan de ocio alternativo, invitando a los jóvenes a contribuir con sus propuestas.