Liduvina Talentosa

Publicado: 02/07/2013
En su análisis de la realidad sabía, que en la mayoría de las ocasiones, más vale tarde que nunca, y que en el ajetreo en el que nos vemos envueltos en este disparatado mundo no nos podemos creer todo lo que nos dicen
Liduvina se sentía aliviada porque le parecía haber superado su lado posesivo y se veía a si misma más cercana y cariñosa hacia los demás, incluso había aprendido a  comunicar  muchas cosas sin decir palabras, lo que era como saber expresar sus emociones y sentimientos, y  no se preocupaba demasiado porque aquellas  no fueran bien entendidas  por quienes casi siempre iban a mal interpretarlas.

Ahora con el paso de los años y a sus cincuenta y cuatro abriles, había aprendido que con ese grado que le daba la veteranía de la vida, siempre que intentamos criticar a los demás debemos pensar que nosotros afortunadamente no somos perfectos, y que muchas cosas necesariamente se nos iban de las manos.

Talentosa manejaba con el suficiente autocontrol, los bajones de energía que todos padecemos, y mantenía  recuperando la tranquilidad y templando sus nervios la suficiente capacidad de maniobra para rematar los trabajos pendientes.

En su análisis de la realidad sabía, que en la mayoría de las ocasiones, más vale tarde que nunca, y que en el ajetreo en el que nos vemos envueltos en este disparatado mundo  no nos podemos creer todo lo que nos dicen, por lo  que era importante saber guardar un secreto y cumplir con nuestras  obligaciones sin considerarnos  héroes ni heroínas.

Había aprendido a luchar  y detestaba que se lo dieran todo hecho, pero sabía valorar la importancia de los pequeños gestos y que no merecía la pena enfadarse por estupideces, que eran necesarias las escapadas, liberarse de las presiones y aprender  a hacerse el sueco ante quienes quieren complicarnos la vida.

Su carácter amable le generaba las  simpatías y amistades de los otros, y ese querer dejarse llevar por el corazón, esa actitud honesta consigo misma y actuar de acuerdo a sus valores, le colocaba más cerca de sus objetivos y de superar esos pasos perdidos hacía ninguna parte.

No tenía tiempo que perder, le parecía haber tomado el camino acertado superando obstáculos y barreras, pero sin esconder secretos tenía palabras de aliento con todo el mundo, y procuraba aprovechar las oportunidades que le salían al paso y escuchar algunos consejos valiosos que le hacían reflexionar.

De tanta norma y tanta regla, comenzaba a asfixiarse en aquel ambiente tan rígido y prefería mantener la dignidad que oler a miedo , la zanahoria al palo, el ciudadano que el siervo,  la idea, el criterio y la opinión que el peloteo, la adulación y el fariseísmo,

L.T. , no se  sentía extraterrestre , ni terapeuta, ni cantante de RAP, tampoco la protagonista de una fábula moderna , sino alguien que admitía que transformase es posible , que pensando bien se sentiría mejor , que prefería el debate a la rutina , la reflexión a obedecer ordenes.

Aquel día detrás de aquella ventana , hallábase pensando en encontrar una oportunidad para organizarse mejor , superar el miedo al ridículo , mejorar las relaciones con su entorno , controlar las tempestades que inevitablemente nos afectaban por mucho que nos empeñáramos en controlarlo todo.

Le resultaba difícil todavía, a pesar de su experiencia, superar el estrés que le intentaban provocar los mediocres, ganar la partida a la frustración desde la tolerancia, saber decir que no y liberarse de obligaciones inútiles y aprender a centrarse en un presente y futuro en positivo, pero estaba en el camino de conseguirlo, porque Liduvina era Talentosa.

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