Cuando se cumple un año de su muerte, frente al estadio del club napolitano del que se convirtió en un símbolo y que ahora lleva su nombre
La ciudad italiana de Nápoles (sur) recordará a Diego Maradona con una estatua que se instalará este jueves, cuando se cumple un año de su muerte, frente al estadio del club napolitano del que se convirtió en un símbolo y que ahora lleva su nombre.
La escultura, diseñada por el artista Domenico Sepe y encargada por el gobierno municipal, se inaugurará en una ceremonia a la que asistirán autoridades de la ciudad, excompañeros suyos del Nápoles y su hijo Diego Armando Maradona Junior.
La estatua, que representa en tamaño real al jugador con la camiseta del equipo napolitano, en el que jugó desde 1984 a 1991, respeta su físico y sus expresiones, y busca representar "un campeón vivo", en palabras del artista, según medios locales.
La obra, por ahora, sólo se podrá ver este jueves, ya que después se retirará antes de ser colocada oficialmente en las próximas semanas.
Asimismo, se instalará una segunda escultura de bronce del futbolista dentro de los vestuarios del estadio, en el espacio frente a las salas para los árbitros, que quedará inaugurada el próximo sábado 27 cuando el estadio cobre vida con el partido entre el Nápoles y el Lazio.
Esa noche también se colocarán varias réplicas de la estatua en diferentes áreas del estadio y se llenará el perímetro del recinto con imágenes de Maradona.
El amigo y exgerente de Maradona Stefano Ceci encargó esta obra y mandó grabar la frase "También yo soy napolitano" para cumplir la promesa que le hizo al jugador: levantar una estatua que lo retratara y que llevara las palabras que él mismo dictó.
Finalmente, una tercera escultura realizada por Christian Leporino y titulada "El sueño del héroe" se exhibirá en el Jardín de las Camelias del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
Esta pieza, de tres metros de altura y moldeada en arcilla, yeso y cera, y fundida en bronce, representa una victoria alada que simboliza el sueño de un joven Maradona de convertirse en campeón cuando jugaba en las polvorientas calles del barrio de Villa Fiorito en Buenos Aires.