Todos los rivales de Argentina se centran en marcar a Leo Messi, pero no hay nadie que lo haga como Andrés Manotas, operador de cámara de TyC Sports. Con su lente 86x se encarga de perseguir al ‘10’ desde que entra al campo hasta que sale. “Le he visto jugar más parado, pero cuando agarra la pelota, es totalmente explosivo”, asegura en una entrevista con EFE desde Doha.
“Tenés que estar atento porque no sabés para dónde va a girar, para dónde va a disparar… para la izquierda, para la derecha, para delante, para atrás…”, asegura. Además, destaca de Leo Messi los gestos ‘silenciosos’, “por lo bajo”, que hace para liderar a la Albiceleste. También, cómo “no se queda tranquilo” hasta que no encuentra a su “soporte”, que es su familia, viéndole desde el palco.
Pregunta: ¿Cómo es perseguir a Leo Messi por el campo?
Respuesta: En el canal y en la producción, lo que quieren es seguir a Messi prácticamente durante toda la transmisión, para que los periodistas puedan analizar en detalle todo. Hasta cómo pisa, si en alguna carrera se trastabilla, si le pusieron hielo… está todo analizado al detalle.
P: Leo no es un jugador ya con esa explosividad constante como puede ser, por ejemplo, Mbappé. ¿Es difícil perseguir a Leo Messi?
R: Como camarógrafo deportivo, el seguimiento de un jugador es indistinto. Yo, sin ser un analista, entiendo que está jugando más parado, ordenando el equipo junto a De Paul, que es su ladero. Pero cuando él agarra la pelota, tenés que estar atento porque no sabés para dónde va a girar, para dónde va a disparar… para la izquierda, la derecha, para delante, para atrás… En el momento en el que él tiene la pelota hay que estar superatento porque ahí se te puede escapar para cualquier esquina y no se te puede ir de cuadro.
P: Se tiene que meter en la cabeza de Messi, que no es fácil.
R: Exactamente (ríe). Ahí la experiencia de camarógrafo deportivo ayuda. Insisto, es superinteresante cuando él agarra la pelota. En estos cuatro partidos le he visto jugar más quieto, pero cuando la tiene es explosivo; totalmente explosivo. Y entiendo el fervor que levanta.
P: Habla de que se analiza todo de Leo Messi al detalle. Usted puede ser la persona que más de cerca haya visto a Leo en este Mundial. ¿Cómo le ve en cuanto a los gestos, la mirada…?
R: Lo primero, que él busca a su familia. Dónde está. En qué parte del palco. Y hasta que no la encuentra no se queda tranquilo. Y está todo el tiempo observando a su familia. Es su soporte.
Luego, en el juego, tiene gestos muy por lo bajo. No es exuberante en sus señas, pero comanda al equipo con gestos que, si no lo estás observando, no te das cuenta. Está armando al equipo con gestos por lo bajo y muchos jugando con De Paul, como te decía. Él es el distribuidor del juego. Y está mirando dónde están todos y de dónde puede venir la pelota.
P: ¿Qué significa Leo Messi para usted?
R: En este momento, Leo Messi es el mayor referente que tiene Argentina. Lleva a Argentina a un nivel global que yo, caminando por las calles de Doha, me parece increíble. Los siento.
Uno como argentino se va a poner la camiseta Argentina, es lo común, pero que gente de Bangladesh, por ejemplo, estén fanatizados y la sientan como propia… eso me parece la locura.
Messi, y previamente Maradona, por supuesto, es la cara de Argentina en el mundo. Argentina se conoce hoy en día por Messi en lugares de uno que no se podría creer. Es emocionante. En Doha son los colores que más prevalecen, sin ánimo competitivo; es la realidad.
P: ¿Sueña con grabar ese momento en el que Leo Messi pueda certificar que Argentina gana la tercera estrella el próximo 18 de diciembre? ¿Se lo imagina?
R: La verdad es que, más que nunca, lo estamos viviendo paso a paso. Cuando sucedió lo de Arabia, en el primer partido, al que daban por un equipo menor, nos hizo cambiar la cabeza a todos. A los propios jugadores y a los hinchas. De decir “no”, los partidos hay que ganarlos y avanzar paso a paso. Pensarte en una final… no, hay que jugarlo. Incluso contra Australia en el minuto 97 casi se lo empatan.
Como espectador, como hincha, hay que jugar contra Países Bajos y luego seguir soñando. Pero por supuesto que sería genial.