El nigeriano Obafemi Martins, que fabricó y marcó los dos primeros tantos del Levante, desarboló al Granada en un choque de superioridad local, en el que el fútbol de contragolpe le fue suficiente al conjunto valenciano para ganar con autoridad a un rival que apenas hizo ocasiones de gol.
Martins logró los dos primeros tantos del encuentro al pelear y robar dos balones a la defensa visitante, y posteriormente una contra resuelta por Ríos amplió el marcador de un choque incómodo para ambos equipos por el viento, pero cómodo para un Levante que no sufrió para ganar, ya que el gol del Granada llegó cerca del final.
El equipo andaluz, con poco poder ofensivo, sólo se mostró en los minutos finales del primer tiempo y un poco entre el segundo y el tercer tanto levantinista a mitad de la segunda parte.
El viento, que en la primera mitad sopló en contra de la portería local, condicionó el encuentro, ya que generó muchos errores por parte de ambos equipos e impidió a unos y otros la realización de buenas jugadas.
En este escenario, el Levante supo aprovechar las circunstancias y a los doce minutos, en una jugada en la que Íñigo López falló y en la que Martins estuvo muy vivo para quitarle el balón, llegó el 1-0 en un tiro ajustado con la zurda al poste izquierdo de la portería de Toño.
No reaccionó el Granada, que tuvo el balón en algunas fases de este primer tiempo, pero que no se acercó a la meta de Munúa, hasta el punto de que no contabilizó ni un remate a puerta en todo el primer tiempo.
El Levante, sobre todo en la fase central de este periodo, fue superior a su rival, trenzó alguna de las pocas jugadas que se vieron y llegó un par de veces con peligro a la meta visitante, aunque sin la energía suficiente para poner en el marcador un 2-0 que le habría dado una ventaja difícil de neutralizar.
El segundo gol local sí que pudo llegar al principio de la reanudación, pero Barkero falló la hasta entonces opción más clara del partido, que en esta segunda mitad comenzó con un cambio en el Granada. Floro Flores entró por Moisés para que su equipo jugara con dos delanteros y poco después fue Ighalo el que salió por Torje.
El Granada apostó por jugadores más ofensivos para tratar de lograr al menos el empate, lo que permitió al Levante explotar su arma del contragolpe y, además, en una segunda acción de picardía de Martins, poner el 2-0 en el marcador.
Al equipo andaluz le correspondió a partir de entonces mostrar sus argumentos para no salir derrotado de Valencia y para lograrlo trató de jugar cerca de la portería de Munúa. Con espacios el Levante fue letal y en el minuto 73 Pedro Ríos, en una contra, puso el 3-0 en el marcador.
A partir de ese momento, el Granada jugó con muchos hombres cerca de la portería de Munúa y en una de sus aproximaciones El Arabi puso en 3-1 en el marcador, en la que fue la primera oportunidad clara de gol para el conjunto granadino.
En la segunda parte hizo menos viento, por lo que hubo más fútbol en un choque que llegó al final con más opciones para los locales que para los visitantes.
