El Sao Paulo de Brasil se ha llevado la Copa Sudamericana después de que el Tigre de Argentina no saliese al campo durante la segunda mitad del partido de vuelta, cuando perdían 2-0, al denunciar que los encargados de seguridad del estadio de Morumbí entraron al vestuario en el descanso y supuestamente les agredieran físicamente.
Los jugadores argentinos, que empataron en el partido de ida en La Bombonera 0-0, abandonaron el partido de vuelta de la final después de señalar que recibieron numerosos golpes con palos y hierros y fuesen amenazados incluso con pistolas por parte de los agentes de seguridad del estadio carioca.
Los incidentes comenzaron cuando tras el pitido final de la primera mitad jugadores de ambos equipos se enzarzaron en una tangana sobre el terreno de juego que se prolongó hasta el túnel de vestuarios, donde al parecer intervinieron los cuerpos de seguridad con extremada violencia.
El centrocampista de Tigre Martín Sebastián Galmarini explicó lo sucedido durante el descanso. "Nos pegaron, se metieron adentro del vestuario. Es una vergüenza, nos mataron a palos. Sacaron fierros, cagones, sacaron revólveres para amenazar. Hubo zona liberada, nos cagaron a palos", señaló en declaraciones recogidas por el diaro 'Olé'.
Además, el Tigre también denuncia que desde que llegaron a Brasil, el Sao Paulo les puso todo dificultades, como no facilitarles un campo para que pudiesen entrenar los días previos al encuentro. "Esto es desde el arranque. No nos dieron lugar para entrenar, no nos dejaban. Nos estaban esperando para cagarnos a palos, una locura", añadió Galmarini.
"Nos emboscaron y en la primera escaramuza uno saca un revólver y se lo pone a Albín (portero de Tigre). Eso está visto por gente de seguridad de ellos, por policías, que también nos dio palos (...) Eran como unos 20 tipos", agregó uno de los miembros de seguridad del equipo argentino
Por su parte, un representante de la Conembol señaló a medios de prensa que, ante el abandono de Tigre, el árbitro dio por finalizado el encuentro, con lo que Sao Paulo se adjudicó el título del torneo.
"Nosotros no vimos nada. Pero sí constatamos algunas lesiones en los jugadores, que no sabemos quién se las provocó", dijo el árbitro chileno Enrique Osses momentos antes de suspender el duelo, tras aguardar inútilmente el regreso del equipo argentino al campo de juego.
Los locales, que iban por delante en el marcador con goles de Lucas Orban y Osvaldo, se hicieron así con el título después de que en el partido de ida disputado en La Bombonera no pasaran del empate sin goles.