El División de Honor del Sevilla certificó ayer la machada al eliminar en semifinales al todopoderoso Barcelona y se las verá en la final de la Copa del Rey el próximo domingo al Real Madrid.
Pese a la horrenda actuación arbitral, el conjunto de Agustín López supo hacerse fuerte en un partido que dominó hasta que el colegiado se encargó de señalar dos penaltis muy dudosos y que dio alas al equipo blaugrana en el tramo final del choque.
Se adelantaron los sevillistas en el minuto 9 gracias al tanto del genuino Juan Muñoz. En el 25 empataría Maxi, que también transformaría la pena máxima en el 75, pero no le valió al Barça. Ahora, a por la Copa del Rey en Cartagena.