Un examen serológico para tener certeza total de que los jugadores no estén contagiados por el coronavirus y unas concentraciones blindadas en centros deportivos desinfectados forman parte del plan preparado por la Federación de Fútbol Italiana (FIGC) para el regreso de la Serie A.
La Comisión médica de la FIGC, integrada por médicos y virólogos de elite, se reunió esta semana para razonar sobre los pasos a seguir y regresar poco a poco a la normalidad, cuando se cumplen 40 días desde el último partido de la Serie A disputado.
El Gobierno italiano ordenó el confinamiento hasta el 3 de mayo y, de acuerdo con el último decreto de la presidencia del Consejo de Ministros, los atletas podrán volver a entrenarse en los centros deportivos a partir del día 4.
Si el voleibol, el rugby o el baloncesto italiano ya renunciaron definitivamente a la temporada 2019-2020, el fútbol, que enfrenta pérdidas que pueden tocar los mil millones de euros, está decidido a tomar medidas extremas con tal de reanudar la competición y evitar pérdidas millonarias.
Entre ellas, el presidente de la FIGC, Gabriele Gravina, también baraja la hipótesis extrema de competir únicamente en el centro y en el sur del país, sin organizar partidos en las regiones norteñas, las más afectadas por el coronavirus.
Los doctores y virólogos que analizaron la situación médica del país aconsejaron reanudar el fútbol siguiendo tres fases: primero la Serie A, que cuenta con recursos económicos superiores y puede respetar más fácilmente los requisitos sanitarios, y luego la Serie B (Segunda categoría) y la Serie C (Tercera categoría).
El plan prevé convocar a todas las plantillas unas 72 o 96 horas antes para someter a jugadores, técnicos, directivos, responsables de prensa y colaboradores a un examen serológico que confirme con total seguridad su negativo.
En cuanto haya esta certeza, los clubes deberán organizar una concentración blindada en sus centros deportivos, procurando evitar todo tipo de contacto con personas externas.
Los clubes que cuenten con unas residencias en sus ciudades deportivas hospedarán allí a los futbolistas mientras que los demás deberán alojarse en hoteles que también hayan sido completamente desinfectados.
Si los entrenamientos comienzan el día 4, como se espera en este momento, se estima que serán necesarias unas tres semanas antes de que los futbolistas recuperen la preparación física necesaria para volver a competir en la Serie A.
Eso sí, este planes conlleva algunas complicaciones a tener en cuenta para su real desarrollo.
Ante la crisis sanitaria que afectó a Italia y al resto del mundo, muchos jugadores extranjeros de los clubes de la Serie A consiguieron el visto bueno de sus equipos para regresar a sus respectivos países.
El argentino Gonzalo Higuaín, los brasileños Alex Sandro y Douglas Costa, el bosnio Miralem Pjanic o el alemán Sami Khedira, jugadores del Juventus Turín, el uruguayo Diego Godín, el esloveno Samir Handanovic o el danés Christian Eriksen, del Inter de Milán, son algunos de los futbolistas que ya no están en Italia.
Las normas italianas prevén que quienes regresen a Italia procedentes del extranjero en este período cumplan con catorce días de aislamiento en sus casas, para comprobar que no estén contagiados.
Así, para que los jugadores que dejaron Italia estén disponibles para empezar los entrenamientos el 4 de mayo, deberán regresar al país transalpino antes del 20 de abril.