El tiempo en: Jaén

Desde mi azotea

Bahía Sur

No sé por qué ha ido girando la política anterior donde se fijaba, dentro de los metros cuadrados de los pasillos comerciales, unos metros para ubicar sofás

Publicado: 16/03/2025 ·
14:56
· Actualizado: 16/03/2025 · 14:56
Autor

José Antonio Jiménez Rincón

Persona preocupada por la sociedad y sus problemas. Comprometido con la Ley y el orden

Desde mi azotea

Llegar a todos los públicos con información interesante sobre las cuestiones que interesan

VISITAR BLOG

No sé si se habrán fijado en el cambio que ha sufrido el Centro Comercial de Bahía Sur. Es un centro, como su nombre indica, comercial. Pero poco humano. Abrió sus puertas el 11 de mayo de 1992 en un acto de inauguración sin precedentes al que asistieron más de 20.000 personas. Fue un punto de inflexión que marcó un antes y un después. Ahí -ese día- empezaron a cambiar las pautas de consumo de los ciudadanos de San Fernando y de la Bahía. ¿Por qué digo que es un centro comercial poco humano? Pues muy sencillo. En el comienzo de la actividad y hasta hace poco tiempo, en los pasillos que dan acceso a los establecimientos interiores y restaurantes, existían unos asientos donde te podías sentar a esperar a que tu pareja realizara las compras.

Incluso, esos asientos servían para que las personas con discapacidad o mayores de edad, en el devenir de sus compras, cuando estaban cansados utilizaran los asientos para descansar. Es evidente que eso era mirar por las personas y no por el puro comercio tal cual pasa hoy. Los asientos fueron desapareciendo a lo largo de los años hasta llegar a nuestros días, dando paso a la instalación en el centro de los pasillos donde estaban los asientos, a toda clase de actividad comercial, como pequeños puestos de venta de bisutería, ofertas telefónicas, frutos secos, etc., y ampliándose o cambiándose dichas actividades cuando llega las navidades, o en periodo de verano.

En 2018, la Junta de propietarios de Bahía Sur, entre los que se encuentra el Ayuntamiento de San Fernando, designó a la firma norteamericana Cushman & Wakefield como nueva gestora del centro comercial que sustituía a la multinacional francesa Unibail-Rodamco, tras un proceso de selección en el que participaron cinco firmas de primer plano internacional. En este sentido, la solvencia férrea de esta empresa por mantener la filosofía emprendida en los últimos años por Bahía Sur; así como el mantenimiento de las líneas estratégicas de crecimiento sostenible en consonancia con el Medio Ambiente han sido clave en la decisión (San Fernando Información).

Hasta ahí de acuerdo. Una empresa multinacional americana de solvencia elegida por mayoría de accionistas de Bahía Sur es la que gestiona el complejo; pero, sin embargo, podemos decir que la gestión es meramente comercial para ganar el máximo dinero posible. Son claros los objetivos que tiene la sociedad que gestiona el complejo de disponer de todo el suelo posible para colocar más y más puestos comerciales, prostituyendo el espacio público en favor de las empresas, con lo que aumenta el negocio y deja sin lugar donde descansar unos instantes a los clientes.

No sé por qué ha ido girando la política anterior donde se fijaba, dentro de los metros cuadrados de los pasillos comerciales, unos metros para ubicar sofás o sillones que permitieran a persona sentarse y poder descansar. Hay que tener en cuenta que una parte muy importante de los clientes de Bahía Sur son personas mayores, que ven mermadas sus capacidades físicas cuando llevan algunas horas de compra, con o sin bolsas.

Bueno, sí hay una opción para descansar: sentarte en los numerosos bares y restaurantes existentes, los cuales poseen sus mesas y sillas estratégicamente ubicadas para que las personas, unas por gusto y las más para descansar, están obligadas a que el camarero le demande una consumición. Esa es la única manera de que te puedas sentar. Pido por tanto a la gestora Cushman & Wakefield que reconsidere el problema y se coloquen bancos o sillones a lo largo de los pasillos para que las personas que tienen una discapacidad o son mayores y las piernas ya no les aguantan, tengan un lugar donde descansar.

No todo debe ser negocio. Se echa de menos en los grandes centros comerciales la atención a las personas como personas y no como clientes solamente para que compren. No pretendo desprestigiar al Centro comercial que vivió una bajaba importante cuando se fue el Corte Inglés y que resucitó con el hecho de que “pusieran un Primark”, lo que también repercutió el reflotamiento de las tiendas. Lo único es que piensen en las personas más que en un cliente potencial para que dejen su dinero. Todo cuenta. Tomen nota. Y esos espacios para el descanso suelen ser motivo de comentario fuera del centro y animan a acudir a personas que lo tienen difícil.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN