Posiblemente, dentro de unos años, se estudie en las universidades españolas compendios de sociología política, referidos al bloqueo permanente por parte del Partido Popular con reiterados noes a todo lo que huela a Pedro Sánchez y a todas las leyes que se debaten en el Congreso propuestas por el Gobierno. Para el PP, Pedro Sánchez es el diablo personificado al que hay que derrotar utilizando todas las armas habidas y por haber, sean o no legítimas (ataques a familiares incluidos). Es evidente que el principal partido de la oposición no ha pasado página, ni olvidará nunca la moción de censura de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy en 2018. Su aprobación provocó la dimisión del gobierno popular ante el Rey y la investidura de Pedro Sánchez como séptimo presidente del Gobierno de España.
Esta fue la cuarta moción de censura desde la transición española a la democracia y la segunda contra Rajoy tras la presentada por Unidos Podemos el año anterior. O sea, no fue nada nuevo ni nada extraño en democracia. ¡¡Una moción de censura imperdonable!!, eso dicen y piensan en el PP. Y yo pregunto: ¿Es que la Constitución no contempla la moción de censura? ¿Es que ese acto que puede cambiar un gobierno es ilegal? ¿Se han incumplido algunas reglas democráticas? ¿Están legitimados los partidos para unirse y formar una mayoría parlamentaria para ejecutar una moción de censura? Entonces, qué quieren los populares; ¿gobernar y derrocar a Sánchez? Pues que logren una amplia mayoría parlamentaria en las próximas elecciones o los apoyos para presentar una moción de censura. Tan sencillo y democrático.
El PP es actualmente el partido que menos deber de Estado profesa. Les han importado poco los españoles cuando en el Congreso se debatían leyes que favorecían a muchos colectivos. A todas las propuestas del gobierno han ido sacándoles punta para votar no. Y algunas de estas negativas -sin explicaciones convincentes- no se entienden porque han beneficiado a una amplia mayoría de españoles. El PP está abandonando paulatinamente el centro político que lo distinguió durante años cuando estaba en el gobierno. Pondré algunos ejemplos de los votos del no del PP en el Congreso, tanto con gobiernos de Zapatero, como con Sánchez, a leyes progresistas y sociales: el PP y VOX (primos hermanos en muchos gobiernos), votaron no la reforma laboral, a la subida de las pensiones, a la eutanasia, al aborto, al divorcio, al matrimonio entre personas del mismo sexo, a la ley de cambio registral de personas trans, a la Ley de igualdad, a la ley antitabaco, a la Ley de interrupción voluntaria del embarazo y, recientemente, a la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública (una ley que era para reforzar la sanidad y la salud pública).¿Y saben ustedes de quién es la culpa del apagón en España?. Háganse una idea. Y lo último: Fuentes de Génova apuntan a que el PP no apoyará el decreto de aranceles y suspende conversaciones con el gobierno. Inauditas sus negativas a todo.
Además, los populares llevaron al Tribunal Constitucional la Ley del matrimonio entre personas del mismo sexo. Un recurso que se resolvería en 2012 cuando ocho magistrados votaron a favor de la constitucionalidad del matrimonio homosexual y tres se posicionaran en contra. Y yo les pregunto a los del P, ¿no tienen ustedes en sus filas a personas lesbianas, gays, trans, bisexuales, intersexuales, queer, asexuales y otras identidades de género y orientaciones sexuales, más allá del binarismo tradicional y las de signo "+", que se utiliza para incluir a todas las personas que no se identifican con las letras anteriores? ¿Es que entre los que votan al PP no hay personas con esas tendencias sexuales? Pues claro que los habrá.
No entiendo la política del PP cuando mantiene un postureo negativo a todo lo que huela a bienestar social. Esa política destructiva está alimentando a VOX que se está afianzando -sin hacer nada-, con más apoyos que nunca y les van a barrer del mapa en las próximas elecciones.
Cito unas palabras del senador socialista canario Santiago Pérez que dijo: “Parece que solo aceptan la democracia cuando ellos gobiernan”. Y es así. Y, mientras, España va bien. Y ahí es donde les duele. La economía española crece, crea empleo y estabilidad. Los fondos europeos conseguidos nos van a permitir modernizar nuestro tejido productivo y avanzar en la digitalización. El Gobierno socialista está siendo un gobierno estable. Un gobierno que ha sacado adelante su programa legislativo con más de 140 leyes aprobadas, y que lo han hecho enfrentándose a los escenarios más complejos con un compromiso irrenunciable por los derechos y las expectativas de la mayoría social de este país. Y termino dejando una especie de posdata: ¿dónde están nuestros socialistas municipales que no se pronuncian en favor y defensa de su secretario general, Pedro Sánchez, reiteradamente agraviado y vilipendiado por el PP con mentiras y bulos? Ahí lo dejo.