Qué se vayan a tomar por saco

Publicado: 20/06/2025
Artículo de opinión del Dr. Antonio Monclova Bohórquez, de El Puerto
En las últimas semanas los medios de comunicación apesebrados y los integrantes del gobierno de España intentan esconder los casos de corrupción que involucran al partido político que lo sustenta, pero, por mucho que lo intenten, la verdad se está imponiendo de manera implacable. Esta avalancha de informaciones comprometedoras no solo son consecuencia de las investigaciones judiciales, ya no tengo ninguna duda de que detrás de las filtraciones debe haber personas cuyo sentido de Estado no les permite mantenerse al margen y que utilizan selectivamente el contenido de los informes judiciales. Estas acciones han cogido por sorpresa al propio gobierno y al PSOE, cuyos miembros vagan como pollos sin cabeza incapaces de hilvanar el tipo de relato que tantas veces les ha sacado del atolladero.
Una peculiaridad de este ataque es que va dirigido al PSOE y, evidentemente, a quien lo encabeza, el presidente del gobierno, él mismo. Todo tiene su límite y aquí se ha sobrepasado con creces, especialmente cuando el gobierno está legislando para convertir a España en una especie de república bananera gobernada de manera dictatorial por individuos cuyo único afán es enriquecerse con el poder. Aunque lo hayan disfrazado de un pseudoprogresismo que ya solo convence a los suyos y a los que cerrilmente no quieren ver la realidad.
En este sentido aún quedan periodistas que desde los medios públicos defienden al gobierno y al partido que lo sustenta, demostrando así el poder del dinero (el nuestro) con el que han estado regando a muchos medios de comunicación. Esta compra de voluntades también afecta a infinidad de tertulianos, como la señorita a la que hace unos días no le dolieron prendas al asegurar que la moral de la izquierda es incomparablemente superior a la de la derecha y añadió sin pestañear que “no es lo mismo robar pensando en sálvese quien pueda que robar pensando que esto es de todos”.
Si hay algo que tengo claro es que, cuando por fin todo vuelva a su cauce, toda esta purria de periodistas y tertulianos apesebrados debería rendir cuentas por sus actuaciones, no debería ocurrir como sucedió en Cataluña, donde salieron indemnes los periodistas y tertulianos que colaboraron en el intento de golpe de estado.
Pero, por encima de aquellos que defienden al gobierno por puros intereses, lo que me cuesta trabajo entender es que haya ciudadanos que sigan haciéndolo bajo la peregrina idea de que por lo menos no gobernará la “extrema derecha”. 
El presidente lo sabe y por eso, hace unos días, se atrevió a decir que no convocaría elecciones porque entonces gobernaría la derecha, reconociendo implícitamente que ya no contaba con el apoyo mayoritario de la ciudadanía, aunque no por ello iba abandonar el poder. Menudo dictadorzuelo. Fuerza y salud.

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