La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) prevé para la campaña de los frutos rojos de 2026 una reducción del 15% del consumo de agua subterránea para regadío del ámbito de la masa de La Rocina, toda vez que ha indicado que la Unesco, en el borrador del informe sobre el estado del Parque Nacional de Doñana, "reconoce el esfuerzo con respecto al acuífero", ya que "1.197 pozos están cerrados o en procedimiento de clausura desde 2018".
Así se ha manifestado la CHG, a través de una nota de prensa, tras la publicación del borrador del informe sobre el estado del Parque Nacional de Doñana presentado al plenario de la Convención del Programa Patrimonio de la Humanidad de la Unesco celebrada en París desde el pasado 4 de julio.
Al respecto, la CHG ha aplaudido que la Unesco "aprecie los esfuerzos que el actual equipo de la misma y del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico están realizando para cumplir con el compromiso con el estado del espacio natural". por ello, ha remarcado que durante 2024 se cerraron 296 sondeos ilegales, a los que deben añadirse 204 en procedimiento de cierre y otros 18 cuyo cierre está en suspenso mientras se resuelven los litigios planteados, es decir, "1.197 pozos cerrados o en procedimiento de clausura desde 2018".
Además, la Unesco es "consciente" de que desde la Confederación del Guadalquivir y del Gobierno de España se cumple "estrictamente" la planificación hidrológica vigente, que descartan nuevas concesiones, o lo que es lo mismo, "no se ha otorgado permiso para nuevas hectáreas de regadío en el entorno del espacio natural de Doñana desde mediados de 2018".
Asimismo, la actual CHG declaró en su día a tres de las cinco masas de agua que componen el acuífero como "sobrexplotadas", toda vez que constituyó las Comunidades de Usuarios de Aguas subterráneas (CUMAS) para cada una de ellas y ha afirmado que la elaboración de los programas de actuación avanza a "buen ritmo".
Al respecto, ha indicado que es "de vital importancia" la aprobación el pasado 26 de junio, por unanimidad en Junta de Gobierno, del Plan de Extracciones de 2026 para la masa de agua subterránea La Rocina, que soporta "la casi totalidad de las extracciones para cultivo de frutos rojos o berries".
Dicho plan, desarrollado con el asesoramiento del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y refrendado por los representantes de los regantes, prevé para la campaña de 2026 una reducción del 15% en las extracciones. "Este hecho hace tan solo unos meses era prácticamente impensable y, al mismo, se sumarán en las próximas semanas, el plan de extracciones de las otras dos masas de agua afectadas en su estado cuantitativamente", han destacado desde la confederación.
Por otro lado, con relación a la no reversión de las tendencias descendentes en estas tres masas de agua subterránea, desde la CHG se recuerda que la tendencia refleja "una situación media en el tiempo, tiene una notable inercia y no se revierte solo limitando extracciones", además de que, tras atravesar "la sequía más larga registrada (445 mm de media entre 2012 y 2024 frente a la de 550 mm anteriores) hace falta más que un año húmedo como 2024/25 para la reversión de tendencias, especialmente en un contexto climático en el que el verano se ha alargado al menos un mes y ya no hay años frescos tal y como se conocían a finales del siglo XX".
Además, se están ejecutando "actuaciones clave" para la recuperación del Espacio Natural y que se ha determinado con "precisión" la recarga de las masas de Doñana, actualizada a mayo de 2025, mediante el modelo matemático de Doñana desarrollado por el IGME y la CHG y que está siendo usado como apoyo en los planes anuales de extracción de las masas de agua subterránea y también en la elaboración del modelo hidroecológico desarrollado desde la Junta de Andalucía.
Por otro lado, la CGH ha destacado que "la gobernanza, con la tramitación de más de mil expedientes sancionadores desde 2018, el control estricto y la vigilancia, junto al compromiso de una gran parte del sector agrícola de la zona", está permitiendo que "se hayan reducido en más de un 50% las hectáreas cultivadas fuera del suelo designado por la Junta de Andalucía como regable", alcanzando "mínimos históricos".
Asimismo, la entidad ha remarcado que se está trabajando en el desplazamiento de los sondeos de abastecimiento más cercanos al Parque Nacional y con "mayor impacto" sobre las lagunas. Además, la CHG considera que la primera fase del Proyecto de Restauración del Arroyo Partido ha sido "todo un éxito" para la recarga del acuífero durante las lluvias del presente año hidrológico.
Por otra parte, en el último Consejo de Participación de Doñana, celebrado en el mes de junio, la CHG presentó para su aprobación tres proyectos que, en su opinión, "mejorarán, sin duda, la situación de las masas de agua, así como de sus ecosistemas asociados". Así, el Proyecto de recuperación de lagunas, Restauración integral del arroyo de la Cañada y la Recuperación de arroyos en el ámbito de La Rocina, se unirán a la segunda fase de Restauración del arroyo Partido, la Repoblación en los montes de Pinar Pinto, Moralejo y las Monjas, así como a la Mejora de la continuidad longitudinal del arroyo Majalberraque y la Restauración Ecológica de la Finca de los Mimbrales por parte de la Dirección general de Biodiversidad.
A estas actuaciones, la entidad suma los más de 168 millones de euros que se están ejecutando en obras de depuración en el estuario del Guadalquivir como las de la propia ciudad de Sevilla, Gerena, Isla Mayor, Lucena del Puerto, Burguillos, a las que a continuación se unirán las de Guillena, Mazagón, Escacena, Matalascañas y Sanlúcar de Barrameda y que "garantizan la calidad del agua depurada que llega al espacio natural de Doñana".
A todas estas iniciativas de la CHG, hay que sumar las que están ejecutando en el ámbito del espacio natural de Doñana el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, como pueden ser las del recrecimiento de la presa del Agrio, la conexión del Guadiamar con la marisma de Doñana y el trasvase desde la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras a la del Guadalquivir para reducir el consumo de aguas subterráneas.