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El Loco de la salina

¿Dónde están ahora?

¿Esto es normal? ¡Venga, mujeres feministas!, que os lo ponen en bandeja, que ni a Felipe II se lo pusieron tan fácil

Publicado: 22/06/2025 ·
15:14
· Actualizado: 22/06/2025 · 15:14
Autor

Paco Melero

Licenciado en Filología Hispánica y con un punto de locura por la Lengua Latina y su evolución hasta nuestros días.

El Loco de la salina

Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás. Albert Einstein

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En el manicomio estamos todos colorados como los tomates, y es de pura vergüenza. Por mucho que queramos centrarnos en nuestra locura, entre unos y otros no nos dejan. Cada mañana, entre pastilla y pastilla, nos desayunamos con un denigrante espectáculo gratis. Bueno, gratis es un decir, que nuestro dinero nos cuesta a los contribuyentes y contribuyentas. Ya los locos, cada vez que vemos a esos señores diputados en la tele, nos echamos mano a la cartera, no vaya a ser que pasemos a engrosar el número de sus víctimas. Y se nos ponen los ojos como naranjas al verlos en el Congreso cobrando y representándonos a los que contemplamos cómo nos roban desde un grupo al que llaman mixto, sabiendo que el mixto está pensado para arder. ¡Por favor, que por lo menos a mí no me representen! La otra sigue con la mano chamuscada y los labios cosidos. Es que no hay por dónde cogerlos. El otro va por la mañana temprano al mostrador del Congreso a que le paguen la indemnización por haber gozado de unos cuantos años dedicados a saquearnos. Todos los días aparece un socialisto haciendo de las suyas con una cara de mármol que da vértigo.

Esto es como una telenovela y a mi vecino lo van a tener que llevar a un centro de desintoxicación a ver si lo desenganchan. Pues bien, aunque lo de los robos no está medianamente bien, lo que nos ha dejado flipando es cómo han tratado a las mujeres. Estamos indignados. Sin que se les caiga la cara a ras del suelo estos padres de la patria proclaman al mundo: Soy feminista, porque soy socialista. ¿Cómo? Nuestra memoria nos dice que hasta ayer por la tarde, cuando a una mujer se le humillaba o se le utilizaba como hace esta gentuza, las feministas saltaban en tromba, levantaban las cejas, ponían rostros agrios, agarraban un cartelito y se tiraban a la calle enarbolando los derechos de la mujer. No había quien las detuviera. Para nuestro asombro, ahora no se les escucha hablar, ni piar, ni protestar, ni mucho menos levantar sus voces airadas. ¿Por qué será? Sin embargo, no hay mañana en que no aparezca una prostituta, o bien asustada, o bien colocada de aquella manera en un puesto de trabajo público, o bien apretándose la piernas para sostener un disco duro. ¿Esto es normal? ¡Venga, mujeres feministas!, que os lo ponen en bandeja, que ni a Felipe II se lo pusieron tan fácil. ¿Qué os retiene en casa y con la boquita más callada que el mudo de los hermanos Marx? ¿No estáis viendo que unos cuantos golfos, que se autoproclaman socialistas, están utilizando a unas pobres mujeres que ejercen la prostitución y que les están proporcionando trabajos ilegales a cambio de sus jugosas carnes?

Los locos no podemos entender que os quedéis calladas como si nada pasara. ¿Dónde están las que encabezaban esas manifestaciones ruidosas, incluyendo ilustres ministras, sosteniendo unas pancartas que hablaban de todo lo contrario a lo que ahora mismo estáis contemplando? ¿Será porque nadie quiere soltar el butacón por nada del mundo? Ya sabemos de tanto oírlo que a Manolete no lo mató un toro, sino que fue la derecha y la ultraderecha, pero a ver si vamos dejando la cantinela y nos vamos centrando en tener un poquito más de dignidad y de vergüenza al margen de lo que hagan los demás. ¿Mujeres feministas? A los locos nos gustan las mujeres femeninas. Sin embargo, nos tienen encerrados en este manicomio y tememos que a alguien le dé por mandarnos aquí a ese personal impresentable creyendo que están locos.  No están locos, están podridos, y además ahí los tienes paseándose para desgracia de este país.

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