Los locos también tenemos vacaciones. Lo malo es que nuestro tiempo de vacaciones dura lo mismo que el de los cuerdos y sin embargo el reloj debería tener con nosotros un poco de más miramiento, porque nuestras cabezas funcionan con mayor lentitud.
Para colmo, cuando he llegado a mi cuarto, me he encontrado con un papel encima de la cama, que dice que mañana tengo que declarar todos los bienes que tengo fuera de este manicomio. El director no está en sus cabales. Por lo visto ahora está de moda declarar los bienes que uno tiene y después te los publican para que se entere todo el mundo, es decir, en plan Sálvame Deluxe. Mi vecino de habitación está que se sube por las paredes. Dice que para qué le preguntan, si es tan pobre, que no tiene ni bolígrafo para rellenar el papelito y que no le da la gana estar en boca de todos los locos.
Venía con el diario en la mano y ya he visto que los políticos también han tenido que cantar por derecho y declarar sus propiedades. Ya lo han hecho y todo el mundo se ha tirado de cabeza a Internet para comer carne fresca. Según lo que aparece en prensa, parece que entre los políticos hay tres grandes grupos:
Grupo A) Los que tienen mucha pasta, casas de fábula, buenos coches, planes de pensiones…Curiosamente son los que ponen más hincapié en que los demás tenemos que apretarnos un montón el cinturón y son los que aseguran que con 400 euros y pico (esto del pico irá con segunda) se puede llegar perfectamente a fin de mes y que el que no sea capaz de llegar es un imbécil. En este Grupo hay de todo: socialistas, populares, andalucistas…Lo tienen tan fácil como el cura que animaba a vivir en la pobreza mientras él se lo montaba divino. A este Grupo se le suele coger odio, que en realidad no es más que una envidia horrorosa. Tienen la vida resuelta y eso los rodea de un optimismo incomprensible ante los que ven la que está cayendo en el patio.
Grupo B) Los que viven bien, no tienen un pedazo de coche, pero circulan por buenas carreteras. Poseen una segunda casa, tienen un dinerito nada despreciable en el banco y ven en la política una oportunidad de oro para pasarse poco a poco al Grupo anterior, al que miran con envidia suprema. Conciben la vida como una escalada continua que terminará cuando ya pertenezcan al Grupo anterior. Los hay de todos los bandos y raleas. También son optimistas ante el pueblo, aunque el pueblo no sabe por qué son tan optimistas.
Grupo C) Los que antes no tenían nada, ni siquiera profesión conocida, aunque ahora ya poseen bastantes cosas y han conseguido tener una profesión consolidada: la política. No los podrías sacar de ahí ni con tecnologías de última generación, es decir, nunca se irán del chollazo conseguido. Su boca siempre está llena de progresismo y de izquierdas, aunque lo único que tienen a su izquierda es el corazón y porque es obligatorio. Su mérito ha sido pasar por allí en el momento oportuno. Dedican el día a luchar por su continuidad en la política y su única preocupación es que cada cuatro años podrían correr peligro de que algún compañero lo apuñale. Por eso apuñalarán ellos primero y harán todo lo que esté en su mano y en otras partes de sus cuerpos para no irse nunca jamás.
Lo que no he podido leer en la prensa es si los políticos han declarado también todo lo que está a nombre de sus esposas, de sus hijos, de sus suegras (en este último caso no creo que tengan mucho que declarar)…Y es que aquí somos muy mal pensados con estas cosas. Lo que se dice en la calle es que nadie se cree nada y que la mayoría de los políticos tiene mucho más de lo que declaran, bien a su nombre, bien a nombre de sus familiares, porque ya han demostrado que son más listos que inteligentes.
A esto se ha llegado gracias a tanto Pinocho como hay en este país. Total, que no hay manera de enterarnos de nada. Vamos bien.