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El Puerto

Histórica tarde en El Puerto en la que los tres toreros han salido a hombros de la plaza

Sábado 3 de agosto, quinto festejo, contando con las dos clases prácticas, de la Temporada Taurina 2024 en la Plaza Real de El Puerto.

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  • Ponce, Luque y Galván a hombros en El Puerto. -

Sábado 3 de agosto, quinto festejo, contando con las dos clases prácticas, de la Temporada Taurina 2024 en la Plaza Real. Se han lidiado seis toros de Garcigrande, de justa presentación y ayunos de casta, el mejor del encierro fue el sexto; para Enrique Ponce (Chenel y oro) oreja y dos orejas; Daniel Luque (Nazareno y oro) oreja y dos orejas; y David Galván (Azul Soraya y oro) oreja y dos orejas. Al romperse el paseíllo Jesús Parra (presidente del Espacio Cultural `De Sal y Oro´, entregó al maestro Ponce, en presencia del empresario Carlos Zúñiga y del concejal Carmelo Navarro, el cartel enmarcado de la tarde de su presentación en El Puerto, que fue el 27 de julio de 1991, lidiando toros de Fermín Bohórquez compartiendo cartel con Pepe Luis Vázquez y Pepín Jiménez, en la plaza anexa al cartel se podía leer, bajo el logo de la entidad: “Al maestro Enrique Ponce, como recuerdo de su primera actuación en la Plaza Real. Gracias por tantas tardes de triunfos en este ruedo”. Los tres toreros salieron a hombros acompañados de una multitud de jóvenes aficionados.

No ha respondido el público al interesante cartel de hoy, compuesto por Enrique Ponce (que se despedía de esta plaza); acompañado de Daniel Luque (un torero que cada vez que ha actuado en la Plaza Real ha triunfado, y que el pasado año bañó con sangre el albero portuense); y el isleño David Galván (una de las revelaciones de la temporada que cuenta sus actuaciones por triunfos). Una pena ver una media plaza `cortita´ de aforo.

Enrique Ponce: lanceó a su primero por verónicas rematadas con media. Brindó al público y comenzó con la muleta doblándose por bajo para luego realizar una faena, por ambos pitones, en línea recta a media altura. Fueron bonitos los molinetes que le recetó antes de los pases de pechos. Tras una buena estocada cortó una oreja.

El idilio que el maestro de Chiva tiene con la Plaza Real, volvió a surgir en el cuarto del encierro. Aunque no logró figar al toro en el capote, tras el paso del astado por el caballo le realizó un buen quite por verónicas. Tras brindar a Fermín Bohórquez, comenzó la faena con ayudados por bajo. A continuación, rompió la Banda `Maestro Dueñas´ interpretando magistralmente el `Concierto de Aranjuez´. Prosiguió con el toreo por el pitón derecho, en tandas rematadas con buenos pases de pecho. El toro estaba loco por rajarse, pero sabiduría del diestro hizo que metiera la cara en la franela mientras, se lo pasaba por ambos pitones componiendo muy bien la figura. Faena larga que, junto con el acompañamiento musical, enloqueció a los tendidos. No se le puede negar a Ponce su maestría y técnica para sacarle todo el jugo que el toro tenía. Terminó la faena con el pase de la casa denominado `poncinas´. Después de un pinchazo cobró una estocada y se le concedieron las dos orejas. Dio dos vueltas al ruedo escuchando palmas por bulerías y gritos de “Ponce, Ponce…”. Largo saludo del diestro en el centro del ruedo recogiendo emocionado los vítores del público.

-Daniel Luque: que torero más bueno es el de Gerena, al que estoy deseando verle encerrándose con seis toros, ya que, en mi opinión, es actualmente el que está mas capacitado para sacarle faena a cualquier toro, desde al del `retratista de la feria´, hasta al toro con más fiereza del campo bravo.

Su primero era un manso de libro, el toro no embestía con claridad en los capotes y salía suelto de los mismos. El público reclamó su devolución, pero la presidencia hizo caso omiso, ya que la mansedumbre es una condición del toro y no un defecto, y lo dejó en el ruedo. Nadie veía faena salvo el torero, que muy predispuesto y con poder lo metió en la muleta. Tandas muy lentas pasándose al toro por la cintura, dejándole la muleta en la cara para que al astado no le diera tiempo a pensar. Faena de torero dominante ante un toro sin raza. Tras una estocada lo remató de un golpe con el verduguillo y paseó un apéndice.

Al quinto de la tarde lo recibió por verónicas a pies juntos para luego abrir y compás y rematar con media. Lo metió en el caballo por verónicas muy aplaudidas. Tras el puyazo le realizó un quite también por verónicas. Brindó al equipo médico, comandado por el Doctor Adolfo Carabot, en agradecimiento a la asistencia que le realizaron tras la grave cornada que recibió en este ruedo el pasado año. La faena de muleta fue de mandón del toreo. El toro se movía y arremetía con bruscas embestidas. El torero le plantó cara y le aguantó un par de coladas escalofriantes por el pitón izquierdo. A mi parecer el secreto de la faena estuvo en los toques precisos que le instrumentó para fijarlo en la pañosa. Faena por ambos pitones dando pases al `ralentí´. Tras una estocada le cortó las dos orejas.

-David Galván: El isleño sigue sumando triunfos durante esta temporada. Hoy a demostrado que ya ha pasado de promesa a realidad. Se le ve un torero firme y con cabeza privilegiada que por fin se ha montado en el tren que tanto tiempo ha estado persiguiendo. Ahora debe mantenerse para que el viaje termine en la estación de figura del toreo.

Su primer enemigo fue el peor presentado de la corrida, un toro sin cuajo y con presencia de novillo que se `coló´ en el reconocimiento. Lo recibió con verónicas de muy buen son, rematas a una mano. Le realizó un visto quite por chicuelinas rematadas por tafalleras. Al matador le costó cogerle la distancia en las primeras tandas con la muleta, ya que el toro se revolvía al finalizar los muletazos. Una vez que la encontró le propinó pases profundos y largos. Terminó la faena con cuatro circulares invertidos y le cortó una oreja tras una estocada.

El sexto de la tarde fue el mas cuajado y a la vez el mejor de la corrida. Le recetó unas buenas verónicas con el mentón clavado en el pecho, rematadas con exquisita media. Se lo sacó andando torerísimamente a los medios. Faena llena de pellizcos de arte en los remates de las series con pases de pechos llevándose la muleta a la hombrera contraria. Por el pitón izquierdo dibujó pases largos, encajando los riñones y enroscándose al toro en la cintura. Una estocada fue el colofón a la faena cortando las dos orejas.

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