Desde hace más de dos décadas los políticos socialistas han estado diseñando y fabricando diversos “espantajos” para poder manipular la opinión pública y enfrentar a los españoles unos con otros, todos ellos apadrinados por un manto de pseudoprogresismo. Entre estos están: La memoria histórica (revisionismo sectario de la Guerra Civil que prohíbe otros análisis), El nuevo feminismo (machismo opresor de la mujer que causa la violencia de género, enfrentar a sexos, aplicar a todo la perspectiva de género, etc.), La ultraderecha (el peligro de la ultraderecha, la sombra del franquismo, comportamientos “fascistas” y “fachas”, etc.) y La inmigración (negar el problema de inmigración ilegal, opacidad en la delincuencia asociada, menas, xenofobia, etc).
Bajo el lema “cuanto peor mejor”, la izquierda siempre ha apostado por la fractura socialCuriosamente a principios de este siglo la realidad en España era muy diferente a la que han estado vendiendo los “espantajos” construidos por la izquierda. Hace solo dos décadas las estadísticas internacionales situaban a España como uno de los países más seguros para las mujeres, el feminismo luchaba por su igualdad frente a los hombres y aunque quedaba mucho por conseguir no recurría al enfrentamiento entre sexos. Por entonces, apenas había interés por nuestra Guerra Civil, el recuerdo de Franco era residual y la verdadera ultraderecha era muy marginal.
Ante sucesos como el de Torre Pacheco lo lógico es exigir la solución a quien tiene a su cargo la seguridad, pero el Ministerio del Interior en vez de actuar para evitar los desórdenes desde el minuto uno (cuando comenzaron a fraguarse en redes sociales), dejó que las protestas terminasen en enfrentamientos (donde participaron agitadores foráneos), requiriéndose enviar antidisturbios. Más parece que el gobierno hubiese facilitado a propósito los sucesos de Torre Pacheco, para así desviar la atención pública de la corrupción que le rodea y de sus pactos con los catalanes. Como mínimo les sirve para fortalecer el relato de su “espantajo” de La inmigración.
Lo cierto es que toda la izquierda y sus medios afines están aprovechando los disturbios de Torre Pacheco para acusar a la derecha de promover el odio y la xenofobia. Se valen del problema derivado de la inmigración que ellos han fomentado, al favorecer su llegada ilegal ofreciéndoles todo tipo de ayudas. Además, contribuyen al enfrentamiento creando un relato que victimiza a los inmigrantes ilegales para así alimentar el “espantajo” de La inmigración que nos están vendiendo.
No nos debería sorprender como actúa el gobierno ante la inmigración ilegal. Bajo el lema “cuanto peor mejor”, la izquierda siempre ha apostado por la fractura social (p. e. ante el problema de la vivienda crearon un “espantajo” cuyo relato culpa a los propietarios y protege la ocupación). Exijamos a los responsables políticos que respondan ante situaciones que – como la inmigración ilegal – afectan a los ciudadanos. Recuerden: no al control político de la Justicia. Fuerza y salud.
