El mal endémico del paseo José Luis Tejada parece ser la falta de mantenimiento, y a pesar de que toda época conocida, como bien creen los propios vecinos de los alrededores, nunca fue buena para este paseo, la actual se antoja aún peor.
Un paseo por la zona, cualquier día, ofrece una idea de lo que ocurre en este espacio que conecta con La Puntilla. A mediodía se pueden observar aún los restos de la vida nocturna en los bancos repartidos por el espacio: bolsas de golosinas o aperitivos, recipientes de refrescos, cáscaras de pipas, etc, lo que supone que la limpieza es tardía cada día, a pesar de que la concienciación ciudadana también deja mucho que desear. Pero unos por otros, y la casa sin barrer.
Pavimento levantado en distintos puntos del paseo, sobre todo en la zona cercana a los aparcamientos; farolas sin pantallas o bombillas, lo que supone en algunos puntos una importante falta de seguridad; bolardos con agujeros y que por tanto sirven de papelera para los usuarios; losas sueltas y cemento que sustituye a las baldosas que no se han recuperado; alcorques vacíos que dejan el agujero en el suelo o solo los tocones, y que por tanto suponen un problema para los conductores; parte de balaustrada desaparecida; pasos de peatones casi eliminados por el paso del tiempo, como ocurre con la pintura de separación de los aparcamientos o el espacio reservado para minusválidos o una poceta con un socavón aledaño, igualmente peligroso para los vehículos.
Esos son algunos de los problemas que acumula el José Luis Tejada y que suponen una crítica generalizada por parte de la ciudadanía.
Milagros Gutiérrez, asidua a este paseo, se queja de que “lo tienen abandonado, a pesar de que es muy utilizado, no solo por la gente que viene a andar”, y es que es un espacio ampliamente visitado por los ciudadanos que hacen deporte, “sino por los turistas, que desde luego no han visto un paseo lustroso”. Por eso, lamenta que presente dicha imagen, sobre todo cuando El Puerto, este mes de septiembre, sigue siendo un destino para los turistas.
Un cliente del bar que se encuentra en este paseo asegura que acude de forma asidua, sobre todo a primera hora de la mañana, “y ni entonces luce limpio y mucho menos con un mantenimiento adecuado”, explica. “Es un paseo en un lugar privilegiado, con unas vistas exquisitas, pero se te quitan las ganas de venir con tanto socavón y tanta falta de cuidado por parte del Ayuntamiento”.
Además, indica que el paso marítimo de La Puntilla “presenta la misma imagen, por lo que tiene el mismo futuro, terminar totalmente destrozado por del paso del tiempo, del uso por parte de los ciudadanos y de la falta de mantenimiento. Es una pena, porque contamos con espacios que no cuidamos los propios portuenses pero que nuestras autoridades tampoco ponen entre sus prioridades”, añade.
Los viandantes, deportistas o simplemente los ciudadanos, no son los únicos usuarios de este paseo. Y es que el mercadillo de los martes se ubica en esta zona y los comerciantes tampoco están de acuerdo con el nivel de cuidado que muestra el paseo.
Los comerciantes ambulantes entienden que el estado en el que se encuentran el paseo cada martes provoca que su trabajo, en muchas ocasiones, sea más complicado de lo que resulta en una situación normalizada, pues hay que esquivar socavones, losas levantadas o alcorques sin árboles, que en general suponen un peligro continuo a la hora de colocar sus puestos o pasar tanto andando como en sus vehículos, ya que tienen que acudir con los mismos para descargar la mercancía.
La Flave también toma partido ante el aspecto que muestra el paseo José Luis Tejada. Su presidenta, Milagros Muñoz, siendo consciente de la importante falta de recursos que existe a nivel local y de las administraciones, habiendo otras prioridades más importantes, igualmente lamenta que no se haga una actuación conjunta y general en este paseo, como en otras infraestructuras de la ciudad, no haciendo por tanto “chapuzas” y sí arreglos necesarios, a través de “un trabajo en condiciones”. Así, sigue insistiendo en la necesaria visita, por parte de los concejales responsables, a los distintos barrios, paseos, parques, etc, para constatar las necesidades e ir fijando actuaciones y prioridades para que El Puerto no dé pasos atrás y sí los pasos hacia delante que necesita para continuar desarrollándose.
Por su parte, el Ayuntamiento, a través del área de Mantenimiento Urbano, informa que una cuadrilla municipal, a través del contrato de dicho carácter, está reparando tanto el pavimento como la balaustrada. Por otro lado, destacan que se ha remodelado el alumbrado de la bolsa de aparcamiento y se han instalado varios bolardos que faltaban en la zona. En cuanto a “La Rampa”, indican que ha realizado algunos trabajos de sustitución de losas rotas, así como el pintado y la reparación de la balaustrada, en el tramo de su concesión.
Por tanto, se hace patente un grito unánime de distintas partes de la sociedad portuense que reclaman que la administración local tenga en cuenta el cuidado generalizado de este paseo, que se encuentra entre las prioridades de muchos turistas pero también de cientos de portuenses que lo tienen como punto de partida de un paseo, o el lugar que frecuentan debido a su visita a la playa, o el espacio al que acuden cada martes. Una voz que reclama actuaciones y no la paralización a la que están sometidas distintas infraestructuras. n
Falta de seguridad en distintos puntos
El hecho de que haya farolas sin bombillas (acumulándose hasta dos o tres en algunos tramos del paseo) suponen falta de seguridad para los ciudadanos, por ello consideran que es uno de los principales puntos a tener en cuenta dentro de las reparaciones pendientes.
‘La Rampa’ se encarga de parte del mantenimiento
La asociación recreativa de pescadores ‘La Rampa’ mantiene un compromiso con el Ayuntamiento desde los tiempos de Enrique Moresco para la puesta a punto del paseo en los alrededores de los atraques de la entidad, un gesto que la ciudadanía aplaude.
Incivismo y falta de responsabilidad
Hay ciudadanos que se dedican a utilizar los agujeros abiertos en los bolardos del paseo como papeleras, lo que supone una importante falta de valores y responsabilidad ciudadana, pues a lo largo del mismo pueden encontrar distintas papeleras.
A falta de un lavado de cara y pintura
Algunos transéuntes opinan que, con un buen lavado de cara, se conseguiría que la opinión que existe del paseo fuera otra bien distinta, así como entienden que se hace muy necesaria la pintura de algunos espacios comunes como balaustrada o aparcamientos.
