La playa de La Puntilla es sin duda alguna la que más cerca del casco histórico se encuentra de todas cuantas tiene El Puerto, la que reúne más esencia de ciudad y la que además posee rasgos fácilmente identificables como pueden ser su espigón, sus dunas, sus pinares... y de un año a esta parte -ayer se cumplió uno precisamente- de un velero, que siendo un elemento externo, sigue igualmente siendo todo un atractivo para el visitante, que ajeno a su historia, inmortaliza y sorprende por su ubicación.
Su historia no deja de tener su parte de ironía y de ingredientes novelesco combinado con otros de dudosas capacidad para recuperar una nave a escasos metros de la costa.
La historia comenzó, como decimos, hace justamente un año cuando ‘Fridor’ -así se llama el velero- inició desde Puerto Sherry una aventura en la que debía completarse durante meses al proyectarse dar la vuelta al mundo.
Lejos del sueño, la pesadilla pronto se haría realidad a escasos metros y frustrando su reto. No surcaría ni la Bahía.
Los temporales que azotaron la costa el pasado mes de abril de 2018 tuvo en su final el recuerdo perfecto de un invierno crudo y destructivo. Su utilidad parece ser la misma que su oscuro futuro. Pero ni por esas ha cambiado. Del susto inicial y tras la tempestad, se comenzó a conocerse que la embarcación no poseía seguro de responsabilidad, según avanzó el propio Ayuntamiento.
Antes del verano se acometieron durante algunos días varios intentos para remolcar el velero a la arena. Sin suerte. Ya ni se intenta. La imposibilidad, se enterraba la máquina remolcadora, hizo desistir. Ni la llegada del verano aceleró el empeño, sirviendo éste de motivo de recuerdo para portuenses y visitantes que inmortalizaron una imagen cuanto menos anómala. Un año lleva ahí.