La tasa de contagios por COVID19 se ha situado durante este mes de diciembre en cifras cercanas a máximos históricos, tal y como muestran los análisis previos a la Navidad obtenidos por el Observatorio Complutense 'ANTICIPA-COVID19'.
En concreto, la tasa de infectividad a siete días de la última semana de diciembre analizada ha sido de hecho de 4.300 casos por 100.000, lo que muestra que el crecimiento de infectividad aún no se ha estabilizado. Estos números recuerdan al máximo de 4.700 casos por 100.000 detectado en la víspera de las navidades de 2021, hace justo un año, o la cota de 5.100 infectados por 100.000 de la segunda ola del año, a finales de junio 2022.
El pasado 21 de octubre, el Observatorio Complutense 'ANTICIPA-COVID19' ofrecía datos que indicaban un nuevo disparo de infectividad en la línea de los que fueron observados al inicio de las dos grandes olas anteriores, la ola ómicron en vísperas de las Navidad 2021 y la ola anterior al inicio del verano 2021 atribuida a la irrupción de las variantes BA.4 y BA.5.
Dos meses después, cuando se ha completado la temporada de análisis prospectivos del primer trimestre del curso académico 2022-23 en el programa COVID-LOT de la Universidad Complutense, se está confirmando que el crecimiento continuado de infectividad, mantenido desde septiembre y octubre, está llegando a niveles máximos similares a los de las dos grandes olas mencionadas.
En la semana que ha finalizado el pasado viernes 23 de diciembre con la apertura del periodo vacacional en la universidad, la infectividad determinada a 14 días por COVID-LOT alcanzó una tasa de 3.300 casos por 100.000 personas analizadas. Ahora bien, los máximos de infectividad ahora puestos de manifiesto solo se han alcanzado tras un crecimiento lento pero continuado a lo largo de los dos últimos meses, a diferencia del abrupto y vertiginoso disparo de infectividad provocado hace ahora un año por la irrupción de la variante ómicron del virus SARS-CoV-2.
En diciembre de 2021 se pasó en una sola semana, de 300 casos en los días 6-12 de diciembre, a los 4.700 por 100.000 detectados en la semana de los días 13-19 de diciembre, la última del año analizada en 2021 en la Universidad Complutense.
El crecimiento mucho más lento de infectividad, que se está observando en este final de 2022, también asociado a mayores fluctuaciones en las incidencias que se revelan semana a semana, podría estar contribuyendo, al menos en parte, a reducir el impacto de una acumulación de casos severos en el sistema sanitario.
A este impacto más limitado podría estar también ayudando la vacunación con la cuarta dosis de los tramos de población con edad más avanzada, pues es importante recordar que en la fabricación de las vacunas de esta dosis se han utilizado por primera vez elementos que inmunizan frente a la variante ómicron.
"En cualquier caso, teniendo en cuenta que aún hay por delante algunas semanas de infectividad elevada y presencia alta de virus, y considerando la frecuencia en estas fechas de reuniones y eventos con alta densidad de ocupación de los espacios, es recomendable seguir manteniendo la adecuada precaución con respecto a medidas de protección como el uso de mascarillas en interiores y el mantenimiento de ventilación adecuada, sobre todo en presencia de personas vulnerables", han zanjado desde la organización.