El Comité de Bioética de España considera necesaria una reflexión sobre si debe existir un límite de edad para ser madre o padre por gestación subrogada porque puede convertir a los menores en "huérfanos programados", ante casos como el de la presentadora Ana Obregón, que ha sido madre por esta vía a los 68 años.
"La edad de los comitentes debe ser objeto de reflexión ya que podría convertir a los niños y niñas en huérfanos programados", ha explicado la presidenta del Comité de Bioética de España, Leonor Ruiz, en una entrevista con Europa Press.
Además, ha recordado que "en el caso de la adopción en España se requiere tener una diferencia con el adoptado mayor de 16 años y menor de 45" y que "este requisito se fundamenta en la necesidad de garantizar a priori la responsabilidad y el compromiso con la crianza".
En general, sobre la práctica de la gestación subrogada, el Comité de Bioética de España, sin haber realizado un debate "riguroso y fundamentado" que dé lugar a un informe, señala que la gestación subrogada "no pude considerarse como una técnica de reproducción asistida más" porque "la gestación no es un proceso biológico neutro" y pide una reflexión "sosegada y prudente" más allá de "opiniones personales y casos señalados".
"Es un hecho innegable para la ciencia, que la gestación no es un proceso biológico neutro sino que, por el contrario, durante el mismo tienen lugar fenómenos epigenéticos que modifican la expresión de los genes, que hay intercambio de material celular entre la gestante y el feto y que se establece un vínculo emocional y afectivo entre ambos durante los meses de la gestación", ha precisado la presidenta del Comité.
De esta manera, ha añadido que, desde la mirada bioética, "no debe considerarse como una técnica de reproducción asistida más y conviene analizar cuidadosamente los diferentes elementos que entran en juego y los valores que puedan entrar en conflicto".
En concreto, ha indicado que, por un lado, están "las personas comitentes" que manifiestan su deseo de ser padres y madres y "que por distintas razones (médicas, estructurales, estéticas) recurren a esta vía"; por otro, la "mujer gestante que con diferentes motivaciones (altruistas o mercantiles) cede y expone su cuerpo para la gestación de un niño o niña del que se va a desprender en cuanto haya nacido"; y como elemento "esencial", el menor de edad y "lo que pueda derivarse de este proceso, que afecte a su dignidad o ponga en riesgo su protección".
"En este escenario podemos preguntarnos si es correcto poner límites a los deseos, si es correcto romper intencionalmente el vínculo entre gestación y maternidad, si el deseo de los comitentes se identifica siempre con el interés superior del menor, si es posible armonizar los valores e intereses de los comitentes, la gestante y el así nacido, si es correcto ser padre o madre a expensas del uso del cuerpo de otra mujer aunque esta haya dado su consentimiento, si es posible regular el altruismo", argumenta.
En todo caso, Ruiz ha recordado que la gestación subrogada es "una práctica ilegal en España" pero ha defendido que se debe seguir inscribiendo a los niños nacidos por esta vía con el fin de priorizar el interés superior del menor y que este no quede desprotegido en cuanto a sus derechos de filiación.
"Así debe seguir siendo, pero es necesario reflexionar sobre las consecuencias que esta aparente contradicción pueda tener sobre los principios que se esgrimen para la ilegalización en España (cosificación de la mujer, explotación, instrumentalización de los niños y niñas) y articular soluciones prudentes que protejan a los menores y a las personas más vulnerables", subraya.
Respecto a si es ético utilizar el material genético de un hijo fallecido para tener un bebé por gestación subrogada, como ha ocurrido en el caso de Ana Obregón, Ruiz ha precisado que el Comité no ha deliberado sobre este asunto y por tanto "no tiene opinión fundamentada sobre los problemas éticos que se puedan derivar de esta situación específica". Si bien, insiste en que el interés superior del menor debe ser "el eje que vertebre la reflexión ética".
Según recuerda, España tiene regulada la utilización postmorten de gametos desde el año 2006 con la promulgación de la Ley de reproducción humana asistida; y no solo está regulada por Ley en EE.UU. o en España, sino también en otros países como Inglaterra, Países Bajos, Grecia y recientemente Portugal, cada uno con condiciones diferentes.
Por otro lado, la presidenta del Comité de Bioética de España ha avanzado que no descartan incluir la cuestión sobre la selección genética en su "agenda futura" y, a priori, de una manera general, señala que "es necesario considerar que no tiene las mismas implicaciones éticas la realización de técnicas de selección genética cuando el fin es curar una enfermedad que cuando el fin es modificar las naturales capacidades humanas".
Además, ha añadido que la decisión de aplicar este tipo de técnicas debe contemplarse en "un marco general de reflexión, deliberación y consenso, guiado por las recomendaciones ya aprobadas o que vayan aprobándose por las organizaciones e instituciones legítimas en el ámbito nacional e internacional".
"Actualmente, las posibilidades tecnológicas parecen no tener límites y las consecuencias de su aplicación tensionan valores fundamentales sobre los que hemos construido el mundo que habitamos no sólo en el presente, sino el que queremos dejar como legado a las generaciones del futuro", ha reflexionado Ruiz.