Así, Arte menor, que edita Linteo, la editorial gallega que con exquisito cuidado, en forma y fondo, está sacando a la luz otros títulos inéditos.
El poeta y premio Nobel Juan Ramón Jiménez fue un creador incesante con una única obsesión: escribir. Hoy, cien años después, aparece uno de sus proyectos más deseados, Arte menor, 142 poemas, 43 inéditos, de su primera etapa con una poesía neopopular que tuvo gran influencia en la generación del 27.
Así, Arte menor, que edita Linteo, la editorial gallega que con exquisito cuidado, en forma y fondo, está sacando a la luz otros títulos inéditos del poeta de Moguer como Ellos, Libros de amor o La Fuente pensativa, ha hecho realidad uno de los sueños de Juan Ramón.
Este libro lo escribió en 1909 para cerrar la trilogía, junto con Las hojas verdes y Balada de primavera.
La obra, inédita hasta ahora y hallada en el archivo de Puerto Rico, un tesoro con más 200.000 documentos del poeta que están en proceso de digitalización, por el experto juanramoniano José Antonio Expósito, quien ha editado el exquisito volumen, que incluye, además, una extensa introducción, un álbum y notas finales.
Expósito, que lo presentó ayer junto a la representante de la familia de Juan Ramón, Carmen Hernández Pinzón, ha explicado que cuando en 2007 estuvo buceando en el archivo para restaurar La fuente pensativa se encontró el manuscrito, como un libro hecho. “Me encontré un libro completo y vi que era uno de los proyectos más anhelados por el autor, lo quiso publicar en dos ocasiones pero sin éxito. Primero en París, con la editorial Ollendorff, y después en Madrid, con Renacimiento”, subraya el experto.
Dice también que “es poesía neopopular, con versos ágiles, sueltos y sencillos, y el libro más arriesgado y sorprendente, por rima y métrica, de los tres de la trilogía”.
Pero, además, este libro tiene una importancia radical por que en él se ve el enorme influjo que tuvo el autor de Platero y yo en los poetas de la generación del 27, y concretamente en García Lorca, Miguel Hernández y Rafael Alberti.
El editor también ha recordado que Juan Ramón dedicó Arte menor a Góngora, anticipándose al culto y rendición que luego le profesarían los poetas del 27.