La Fiscalía imputa asesinato a los dos detenidos por el crimen de un hombre en Los Pajaritos

Publicado: 31/01/2012
Ambos se encuentran en prisión por estos hechos
La Fiscalía de Sevilla considera que los dos detenidos por el crimen de un hombre de 56 años de edad el pasado día 27 de agosto de 2011 en una vivienda de Los Pajaritos de la capital hispalense son culpables de un delito de asesinato, según han informado a Europa Press fuentes del caso. Hay que recordar que ambos se encuentran en prisión por estos hechos.

En este sentido, las mismas fuentes han detallado que, el pasado día 24 de enero, el Juzgado de Instrucción número 12 de Sevilla celebró la denominada audiencia preliminar previa al juicio con jurado popular, al objeto de concretar la imputación de los presuntos implicados, solicitar el sobreseimiento o pedir la práctica de diligencias de investigación.

Durante esta comparecencia, el Ministerio Público defendió que ambos detenidos, Carlos C.M., de 53 años, y Antonio C.V., de 46 años, son autores de un delito de asesinato, petición a la que se adhirió la acusación particular que ejerce la viuda, mientras que la acusación ejercida por los hijos de la víctima sumaron al delito de asesinato otro de robo con violencia.

En este sentido, el abogado de Carlos C.M. solicitó la libre absolución de su patrocinado y, de forma subsidiaria, que sea imputado por un delito de encubrimiento, mientras que el letrado de Antonio C.V. alegó la eximente muy cualificada de legítima defensa, han apuntado las fuentes consultadas por Europa Press.

LOS TESTIGOS

Una vecina del bloque de Los Pajaritos donde falleció la víctima después de ser agredido con un arma blanca ya aseguró ante la juez que el día de los hechos vio bajar por las escaleras a uno de los dos detenidos por el crimen portando una navaja en las manos, aunque señaló que no le vio sangre en el cuerpo ni en la ropa.

Esta testigo explicó que el pasado día 27 de agosto se encontraba junto a otra vecina en el bloque donde tuvieron lugar los hechos, en el número 8 de la calle Golondrina, y "escuchó gritos de al menos dos hombres, aunque no fue capaz de reconocer las voces de cada uno", añadiendo que, en ese instante, "se preocupó de su madre, que estaba sola".

Tras ello, salió al rellano y observó cómo Carlos C.M., propietario del domicilio donde ocurrió la reyerta, "gritaba 'no pasa nada, no pasa nada', en tanto cerraba una navaja" con una empuñadura curva, situación que le llevó a introducirse nuevamente en la vivienda donde se encontraba previamente.

Pasados unos instantes, la testigo subió al piso de su madre y observó a Carlos C.M. cerrando la puerta de enfrente "de un empujón", añadiendo no obstante que "no vio nada extraño en el tramo de la escalera", donde "no había restos de sangre". Además, precisó que, en el momento en que Carlos C.M. estaba entrando en la vivienda, "había un cuerpo humano en el suelo, aunque no sabe si vivo o muerto".

NO HABÍA SANGRE EN LAS ESCALERAS


Indicó que, a su parecer, fue en esa vivienda donde hubo "gritos de pelea", al tiempo que subrayó que Carlos C.M. "iba vestido igual cuando bajaba las escaleras cerrando la navaja que cuando volvió a la vivienda con la persona tumbada en el suelo". Por último, señaló que fue ella misma quien llamó a la Policía, una llamada tras la que el imputado antes referido "volvió a salir del piso pidiendo ayuda".

Durante su declaración ante la juez, Antonio C.V., que cuenta con numerosos antecedentes penales y que recibió el alta médica después de ser ingresado en el Hospital Virgen del Rocío tras ser herido durante el incidente, no reconoció los hechos y señaló que "no sabe" cómo ocurrió todo, fruto de su estado de "drogadicción".

Por su parte, el segundo de los imputados relató que los hechos ocurrieron el sábado día 27 de agosto, cuando la víctima mortal se encontraba junto a los dos detenidos en casa de uno de ellos, fumando y consumiendo sustancias estupefacientes, cuando, en un momento de "tensión", él bajó a comprar una cerveza para suavizar la situación y al subir vio tanto a otro detenido como a la víctima discutiendo por causas que se desconocen hasta el momento.

De este modo, este imputado afirmó "no haber visto el momento del apuñalamiento", sino solo que ambos estaban discutiendo, motivo por el que los "echó de su casa" y el otro detenido salió corriendo por las escaleras para "esconderse" en una vivienda próxima al domicilio. Además, declaró que en el momento que vio a la víctima mortal con la herida de arma blanca avisó a un vecino de la planta de abajo para que avisara a la Policía.


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