El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha afirmado este martes que no tomará ninguna decisión sobre la posibilidad de solicitar un segundo rescate a la Unión Europea hasta saber "con claridad" qué medidas adopta el Banco Central Europeo (BCE) con respecto a la crisis de la deuda soberana.
En la rueda de prensa celebrada tras su despacho con el Rey don Juan Carlos en el Palacio de Marivent, en Baleares, Rajoy ha asegurado que "no hay ninguna novedad" con respecto a este asunto, y ha insistido en que el Ejecutivo "no tomará ninguna decisión" hasta saber "con claridad qué va a hacer el BCE".
"Hay muchas posibilidades abiertas, porque el BCE puede hacer muchas cosas: comprar bonos en el mercado secundario, dar créditos a las entidades financieras para que luego compren deuda pública... Hasta que no sepamos qué decisión toma el BCE nosotros tampoco tomaremos ninguna", ha insistido.
DECISIONES PARA "DEFENDER EL INTERÉS GENERAL"
En cualquier caso, el presidente ha insistido en que "el único criterio que moverá al Gobierno" en cualquier decisión que adopte será "la defensa del interés general de los españoles".
"En su día pedimos un préstamo para evitar que nuestras entidades financieras entrasen en situaciones de enorme dificultad y para intentar que empezase a fluir el crédito, algo capital para generar crecimiento y empleo, porque nos parecía razonable. Ahora, si nos parece razonable, haremos lo mismo. Pero, lógicamente, hasta que no conozcamos de qué estamos hablando no vamos a tomar ninguna decisión, como es perfectamente entendible", ha zanjado.
Tras reconocer que no ha tratado este asunto con el Rey por la falta de novedades, Rajoy ha señalado que de lo que sí han hablado es del proyecto de presupuestos 2013-2014 enviado a la Comisión Europea y de las últimas decisiones del BCE.
SALIR DE LA CRISIS DEPENDE DE TODOS
Por otra parte, ha recordado que la situación económica que atraviesa España es "muy difícil" y "deja poco lugar para alegrías" y que sólo se saldrá de la crisis "haciendo las cosas bien", aunque las medidas que haya que adoptar no sean "agradables".
"Lo grato es hacer carreteras, inaugurar, anunciar buenas noticias... Pero en este momento hay que ser serio y riguroso, y entonces saldremos de la situación. Si pretendemos mantener las políticas que hubo a lo largo de los últimos años las cosas cada vez irán a peor", ha alertado, haciendo hincapié particularmente en la necesidad de reducir el "insostenible" déficit público y la deuda exterior, que dificultan las posibilidades de financiación del país.
Por ello, ha apelado a los responsables públicos de todos los niveles de la Administración a que sigan por esta senda de ajustes porque, aunque España "depende de decisiones que se tomen en Europa", para salir de la crisis también es necesario que "todos seamos capaces de tomar unas decisiones que son obvias". "Estamos ante una de las ocasiones de la Historia en las que quien tiene que salir adelante es el conjunto del país, todos", ha reiterado.
"No hay otra alternativa. Sé que es duro, y hay que intentar ser justo, pero éste es un problema nacional, de todos. El Gobierno ha fijado una política que es de todos y que, sinceramente, creo que es la que hay que llevar a cabo. Y creo que saldremos adelante", ha zanjado.
Por ello, ha deseado que "todo el mundo cumpla con sus compromisos" y se ha mostrado convencido de que "así lo van a hacer". Por último, se ha congratulado de los esfuerzos que están llevando a cabo gobiernos autonómicos como el de Baleares, cuyo presidente, José Ramón Bauzá, lo está haciendo "muy bien".