Un guardia civil denuncia a un superior por irregularidades de seguridad en Afganistán

Publicado: 22/08/2012
Un sargento primero de la Guardia Civil ha interpuesto una denuncia penal contra un superior por "poner en riesgo de manera arbitraria la seguridad de sus subordinados" en Afganistán, al no cumplir con los protocolos y medidas de seguridad básicos
Un sargento primero de la Guardia Civil ha interpuesto una denuncia penal contra un superior por "poner en riesgo de manera arbitraria la seguridad de sus subordinados" en Afganistán, al no cumplir con los protocolos y medidas de seguridad básicos, con presuntas actitudes temerarias que supusieron un "riesgo serio" para el equipo de guardias civiles desplegados para la formación de polícias afganos.

   El sargento primero formaba parte del contingente de asesores policiales desplegados para la formación de la futura Policía afgana de fronteras en el aeropuerto de Herat y, en concreto, tenía a su cargo la seguridad del equipo de asesores policiales de la Guardia Civil.

   Según denuncia ante el juzgado togado militar territorial de Madrid, el capitán jefe del contingente "ponía en peligro la seguridad de todos los componentes del equipo de seguridad así como la suya propia" debido a sus actuaciones, "obviando" los protocolos de actuación.

   En concreto, según ha explicado a Europa Press el letrado de la acusación, el abogado Antonio Suárez-Valdés, del Gabinete Jurídico Suárez Valdés, el capitán habría ordenado supuestamente de manera reiterada la utilización de vehículos sin el blindaje necesario para trayectos fuera de los acuartelamientos, así como el uso de vehículos sin armamento suficiente y sin apoyos para el transporte por "zonas hostiles" que tampoco habían sido supervisadas previamente, pese al "riesgo real de atentado o emboscada".

MÁS OCUPANTES QUE LOS ADMITIDOS, EN LA TORRETA SIN ARMA

   Uno de los casos que denuncia es la orden de que varios oficiales hicieran un desplazamiento al aeropuerto en un solo vehículo blindado, que hacía que superase el número de ocupantes admitidos. El sargento primero advirtió al capitán de que no era viable y éste le ordenó que los miembros del equipo de seguridad viajaran en la torreta del blindado, pese a que estaba desprovista de arma, lo que suponía "una temeridad" pues implicaba exponerles "al fuego enemigo" sin capacidad de fuego.

   Finalmente, accedió a no utilizar la torreta, pero ordenó que dos miembros del equipo de seguridad, una capitán del Ejército del Aire y una teniente veterinaria se desplazaran en un vehículo "carente de blindaje adecuado para salir al exterior", con lo que puso en "serio riesgo la integridad física y la seguridad" de los guaridas civiles y las militares.

   El denunciante asegura que avisó en numerosas ocasiones a su superior de que su comportamiento implicaba "serios riesgos" a la seguridad, ante lo que el capitán acabó "degradándole" y finalmente a proponer su cese y su repatriación a España, pese a que debía haber permanecido en Afganistán hasta el próximo mes de noviembre.

   Según ha señalado el letrado, el sargento primero también denuncia que, por orden supuestamente de dicho oficial, se dejó en varias ocasiones a un compañero solo y "sin ninguna protección" durante hasta tres horas en un cuartel de policía afgana, lo que, en su opinión supone una "auténtica temeridad", teniendo en cuenta los "precedentes vividos".

   El proximo sábado se cumplirán dos años de la muerte en Qala i Naw de dos guardias civiles encargados de la formación de policías y militares afganos, a manos de un talibán infiltrado. Este tipo de ataques se han recrudecido este año y cada vez preocupan más a la OTAN, que está estudiando la manera de mejorar la seguridad de los aliados frente a estos ataques 'desde dentro'.

EXTRALIMITACIÓN Y DESLEALTAD

   La acusación particular entiende que, con su actuación, el capitán de la Guardia Civil ha incurrido en un presuto delito de extralimitación en el ejercicio del mando, al poner en serio riesgo la vida de sus hombres, y otro de deslealtad, por haber informado a sus superiores "de manera fraudulenta" de la pérdida de confianza en su jefe de seguridad, cuando "lo que pretendía supuestamente era enmascarar las deficiencias de seguridad" que venía denunciado el sargento primero ante sus superiores.

   Antes de participar en esta misión, el sargento primero denunciante estuvo en Bosnia i Herzegovina en dos ocasiones y también formó parte de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) para la formación de militares y policías en Qala i Naw, recibiendo "el reconocimiento de sus superiores" y "felicitaciones con anotación".

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