La reunión "discreta" que mantuvieron el pasado diez de abril el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, no se limitó a un encuentro meramente económico como había trascendido hasta la fecha. Según las fuentes nacionalistas y populares consultadas por Europa Press, en esa reunión que pretendió pasar desapercibida, el dirigente vasco planteó al jefe del Ejecutivo que hiciera gestos con los presos de la banda terrorista ETA.
Iñigo Urkullu no quiso dejar pasar la ocasión de recordar a Mariano Rajoy que, aunque ETA ha dejado de matar, el asunto aún no está cerrado por completo y queda el fleco de los presos con los que la izquierda abertzale intenta hacer victimismo de manera recurrente.
Por ello, el lehendakari pidió a Rajoy que realizara un plan de acercamientos de presos de ETA a cárceles vascas o próximas al País Vasco, también que abriera la mano con la concesión de terceros grados y de libertades a presos enfermos, sobre todo en los casos más graves.
Este planteamiento de Urkullu no le sonó nuevo a Mariano Rajoy, quien ya había recibido una carta en términos parecidos hace unos meses, en fechas próximas a las elecciones vascas que tuvieron lugar el 21 de octubre de 2012. En aquella misiva, según ha podido saber Europa Press, el dirigente nacionalista planteó a Rajoy que los beneficios penitenciarios se concedieran sin necesidad de que los presos pasaran previamente por la fase de arrepentimiento.
Urkullu quería abordar esta cuestión, y así se lo hizo saber en su carta a Mariano Rajoy, de una manera reservada, al abrigo de las cámaras y la prensa. Y en la visita que realizó al presidente a Moncloa hace un par de semanas le volvió a trasladar su preocupación por la utilización que están haciendo Sortu y Bildu del inmovilismo del Ejecutivo en este asunto.
Sin embargo, Rajoy escuchó, pero no prometió nada al respecto y de hecho, según fuentes populares consultadas por Europa Press, el Gobierno no está decidido de momento a dar ningún paso más con los presos de la banda terrorista. No al menos hasta que ETA deje de existir y los reclusos muestren un mínimo arrepentimiento.
Estas mismas fuentes aseguran que los problemas que acarreó al Ejecutivo y al PP el acercamiento y posterior liberación por su estado de salud de Josu Uribetxeberría Bolinaga, el conocido como carcelero de José Antonio Ortega Lara, ha provocado incluso que los presos de la vía Nanclares, tampoco hayan tenido mayores beneficios. De hecho, a raíz de este caso, el ministro se comprometió con la pressidenta de la AVT, Angeles Pedraza, a no aplicar la misma medida que a Bolinaga al resto de presos enfermos para los que la izquierda abertzale exige su liberación inmediata.
Además, los populares creen también que esta reivindicación del PNV se ha afianzado últimamente sobre todo por los ataques que sufren en los batxokis, por parte de radicales de la izquierda abertzale, que les culpan de no hacer más por el proceso de paz.
Lo que sí parece haberse encarrilado a raíz del último encuentro entre Rajoy y Urkullu es el asunto económico, es decir, la negociación de la renovación del Concierto Económico. Es cierto que aún no hay una fecha para la reunión de la Comisión Mixta, pero también lo es que ya han dado comienzo las negociaciones técnicas entre Hacienda y el Gobierno vasco y, según algunas fuentes consultadas, estas avanzan satisfactoriamente.
Entre otras cuestiones, se está discutiendo sobre los 500 millones de desfase del Cupo que el Ejecutivo de Euskadi reclama al Gobierno central, correspondientes a ejercicios precedentes. Pero, en cualquier caso y cuando las cuestiones técnicas estén resueltas, será necesario, según aseguran, un acuerdo político final para cerrar la renovación.