El Rayo Vallecano logra una igualada agónica

Publicado: 07/03/2009
El Girona sacó un punto de Vallecas a un Rayo que tardó toda una mitad en jugar el fútbol que suele y puntuó gracias al arrojo de los últimos minutos y a un gol de Pachón en el 85...
Rayo Vallecano     1   
Girona     1   

—Rayo vallecano—Cobeño; Coke, Tena, Salva, Manolo (Collantes, min. 58); Albiol, Michel, Diame, Jofre (Piti, min. 53); Pachón y Perera (Sousa, min. 67).
—Girona—Ponzo; José, Serra, Migue, Cañas; Dorca, Matamala, Antegi; Chechu (Raúl Martín, min. 58), Sanchón (Arnal, min. 82); e Igor (Xumi, min. 69).
Árbitro: Amoedo Chas (colegio gallego). Amonestó a Albiol y Sousa del Rayo Vallecano y a José del Girona.
Goles:
0-1, min. 35, Igor; 1-1, min. 85, Pachón.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo séptima jornada de liga de la Segunda División de fútbol disputado en el estadio Teresa Rivero, ante unos once mil espectadores.

El Girona sacó un punto de Vallecas a un Rayo que tardó toda una mitad en jugar el fútbol que suele y puntuó gracias al arrojo de los últimos minutos y a un gol de Pachón en el 85, tras rematar un balón suelto en el área tras gran jugada de Collantes, con lo que sueño de Primera sigue en pie.

La desidia y la falta de ambición ante un rival de la zona media-baja pasó factura al Rayo Vallecano ante su público, con unas gradas con una ocupación por encima de la media gracias a la iniciativa emprendida por el club, que entregó una entrada para mujer a cada uno de los socios abonados, para celebrar el día de la mujer trabajadora.

El Girona se encontró con un equipo muy comedido y confiado que pensó que los puntos eran suyos desde antes del comienzo del encuentro. Así, tras unos primeros minutos de estudio del rival poco a poco comenzó a crecerse, y a creer en sus posibilidades.

La baja de Llorens y Aganzo, que no pasó la última prueba ante del encuentro, hizo que Pepe Mel se inventara un nuevo lateral para la banda izquierda, Manolo, y pensó en darle minutos a Perera ante su inactividad en la actual temporada. Y su falta de juego se notó.

Defensa adelantada

Los locales se la jugaron con una defensa adelantada, buscando presionar, y que hacía que Igor cayera en el fuera de juego siempre, pero el empuje visitante obligó a recular. El Rayo buscó colgar balones a Pachón y Perera, sin acierto, mientras que el Girona se animaba a lanzar a puerta, aunque desde lejos.

Y tanto jugó con fuego el Rayo que terminó por quemarse. Un balón sin apenas peligro en la zaga local, Igor pugnó con Tena, con más fe que esperanzas, la robó, quedó delante de Cobeño, y con una frialdad pasmosa, batió al meta por lo bajo.

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