España se ha integrado en una coalición de países que, reunidos en Nueva York a instancias de EEUU, ha fijado una hoja de ruta para estabilizar Libia, sumida desde hace meses en una grave crisis política y de seguridad debido al enfrentamiento entre milicias islamistas y laicas en Trípoli y Benghazi, entre otras ciudades, que ha dado lugar a la coexistencia de dos gobiernos y dos parlamentos.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha participado en la conferencia convocada por el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, sobre la situación en Libia, a la que se han sumado otros 11 países: Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Argelia, Túnez, Egipto, Arabia Saudí, Qatar, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, además de la UE y Naciones Unidas, con su Representante Especial para Libia, el español Bernardino León.
Los participantes en la reunión emitieron un comunicado conjunto que "apoya y corrobora" las conclusiones de la conferencia de Madrid celebrada el 17 de septiembre pasado, ha destacado este martes en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
El comunicado de la reunión insta a un alto el fuego inmediato; reconoce a la Cámara de Representantes surgida de las últimas elecciones como la única autoridad legislativa legítima en Libia; apoya los esfuerzos de Bernardino León; rechaza "cualquier injerencia extranjera" y pide a la Cámara de Representantes que dé su confianza a un Gobierno de unidad nacional para que pueda liderar un proceso de reconciliación que culmine con una nueva constitución adoptada con el más amplio consenso posible.
En el encuentro de Nueva York se ha acordado una hoja de ruta "muy precisa" para obtener esos objetivos, destaca Exteriores. El proceso continuará el próximo día 26 de septiembre con una reunión en Nueva York entre los países vecinos de Libia.
El día 29 se reunirán las partes implicadas en la crisis libia, convocadas por León. En octubre, Argel acogerá un encuentro entre los representantes de los países vecinos y todas las partes libias. Por último, la hoja de ruta prevé la celebración de una reunión en Madrid, en un plazo no superior a sesenta días, en la que participarán los trece países implicados en el proceso.
En su intervención, García-Margallo evocó la Conferencia de Paz de Madrid de 1991 que dio inicio a las negociaciones de Oslo entre palestinos e israelíes y declaró su fundada esperanza de que el proceso, a través del diálogo entre las partes y con el apoyo de los países vecinos y amigos, culmine con la reconciliación y la paz en Libia.
También subrayó la vital importancia que tiene para España la estabilidad en Libia por sus implicaciones en la seguridad regional, el control de la inmigración irregular y la lucha contra el tráfico de seres humanos, y la seguridad energética, más aún en el momento actual de tensión en el este de Europa.
España confía en que la futura conferencia de Madrid sea un "importante paso adelante" para llevar la paz y la estabilidad a uno de los focos de tensión que actualmente amenazan la seguridad internacional, señala Exteriores en su nota.
En opinión del Gobierno español, es "clara" la voluntad de los vecinos y demás países amigos de Libia de "propiciar el entendimiento y la reconciliación" entre los diferentes sectores y territorios de ese país.