Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada con el virus del ébola, finalmente va a ser tratada con el fármaco experimental ZMAPP, que ya ha llegado a España, según han informado a Europa Press fuentes gubernamentales.
Hasta ahora, la paciente estaba siendo tratada con un antiviral y con el suero extraído del plasma de la hermana Paciencia, que superó el virus el pasado mes de agosto y cuya sangre cuenta con anticuerpos del ébola. Según el último parte facilitado esta mañana por el Hospital Carlos III, Teresa Romero se encuentra "estable dentro de la gravedad".
Fuentes sanitarias han detallado a Europa Press que la paciente, dentro de su gravedad, presentó en la madrugada de este viernes una "ligera mejoría".
El suero ZMAPP fue administrado al primer misionero repatriado a España, el padre Miguel Pajares, que finalmente falleció. El segundo repatriado, el doctor Manuel García Viejo, no pudo recibirlo ya que no estaba disponible.
¿ERROR?
Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, ha reconocido que pudo tocarse la cara con uno de los guantes al retirarse una parte del traje de protección con el que se vistió para atender al misionero Manuel García Viejo, fallecido el pasado 25 de septiembre como consecuencia de este virus.
"Con los guantes toca la cara, parece ser. Es lo que ella ha recordado y me ha dicho en tres ocasiones. Hasta ahora la información que podemos transmitir es que parece que hemos encontrado cuál es el origen (del contagio)", ha señalado Germán Ramírez, uno de los médicos internistas que atiende a la auxiliar de enfermería ingresada en el Hospital Universitario La Paz-Carlos III de Madrid.
Teresa Romero le ha transmitido a este doctor que cree recordar que el contagio "es posible que fuera en la primera ocasión" en la que asistió al religioso español infectado de ébola.
"Esta mañana he revisado con ella toda la cadena de puesta del traje y su actividad dentro de la habitación", ha explicado el doctor, quien ha señalado que en uno de los momentos le ha transmitido "esta posibilidad" de contacto con la cara.
Aunque el primer día la enfermera negaba que hubiera podido cometer algún error con el protocolo, ahora dice que está "confusa con tanta llamada" y es "posible" que haya tenido ese contacto, ha asegurado el médico.
En este punto, la subdirectora del hospital La Paz-Carlos III, Yolanda Fuentes, ha añadido que las maniobras de protocolo en la retirada de los trajes especiales "pueden pasar inadvertidas incluso para ella".
"Cuando son advertidas las registran inmediatamente porque son los primeros interesados en que eso se registre. Por eso a lo mejor han tardado tanto en poderlo decir, porque ha estado ella misma analizando todo el proceso", ha añadido.
"NO HA SIDO UN ERROR, SINO UN ACCIDENTE"
Por otra parte, Ramírez ha manifestado que lo que ha querido el equipo médico que ha hablado con la paciente es que conocer si podía haber algún defecto en la cadena de retirada del traje.
"Hemos identificado este punto, pero no ha sido un error, ya que el error consiste en sabiendo las cosas hacerlas mal. Podía haber sido simplemente un accidente y probablemente en un primer momento no lo podía recordar por la situación clínica en la que estaba", ha apuntado.
El doctor en Medicina Interna ha reiterado que ha hablado con la paciente en tres ocasiones y otra más poco antes de dar la rueda de prensa poco después de las 14 horas. "Ella me ha autorizado a dar esta información y es la única que voy a dar. Me parece interesante que transmitan esta información, que estamos vigilando y revisando. Somos los primeros interesados en saber dónde ha estado el problema y dónde ha podido estar el origen de la transmisión", ha declarado.
Germán Ramírez ha insistido en que ha sido la propia enfermera la que ha querido que se transmita esta información. "No es una cuestión de cogerla en un renuncio, sino de analizar cuales son los posibles errores. Ni yo quiero inducirla ni quiero que se le olvide nada", ha apostillado.
A preguntas de los periodistas sobre la supervisión en la retirada del traje por parte de Teresa tras asistir al misionera, Ramírez sólo ha respondido que "en otras ocasiones ya se ha explicado que cada vez que entran siempre hay personas que están supervisando la puesta o la retirada del traje".