¿Cómo pasar del éxito al fracaso en tan sólo doce meses? A buen seguro también se lo pregunta hoy Rosa Díez, líder de UPyD, cuya formación logró mañana hace justo un año sus mejores resultados electorales y esta noche casi ha desaparecido del mapa político autonómico y municipal.
Acompañada de más de doscientos periodistas y simpatizantes, Díez comparecía eufórica en mayo de 2014 ante numerosos periodistas en el hotel Villa Real, de Madrid, después de lograr cuatro escaños en el Parlamento Europeo.
UPyD había obtenido el apoyo de más de un millón de ciudadanos, dos puntos por encima de su mejor resultado histórico, logrado en las últimas generales, y su líder se mostraba convencida de que el partido iba a representar "mucho para España en muy poquito tiempo".
Ni ella ni nadie podía imaginar entonces que un año después, las cosas serían muy, pero que muy distintas. Los denominados partidos emergentes aún no habían surgido en su plenitud y no se veían como una amenaza.
Rosa Díez no supo o no quiso ver el empuje de Ciudadanos y le negó a Albert Rivera cualquier tipo de coalición, lo que ya le costó un primer aviso en las andaluzas de marzo.
UPyD no consiguió representación en el Parlamento de Andalucía y se sumió en una crisis interna que acabó con la marcha de militantes, e incluso candidatos municipales, a las siglas de C's.
Pero, persistente como buena vasca, Díez se ha mostrado en este tiempo irreductible y confiada en sus posibilidades.
Esta noche, sin embargo, no ha podido resistir la derrota y se ha despojado hasta de su camiseta magenta para anunciar que no volverá a optar a liderar el partido.
Se ha presentado ante los periodistas con una camisa roja, el mismo color con el que empezó en política hace 38 años cuando se afilió al PSOE, un partido que abandonó en 2007 para fundar su gran proyecto personal: Unión, Progreso y Democracia.
Durante sus treinta años de afiliación al socialismo vasco, fue diputada foral de Vizcaya entre 1979 y 1983 y, de ahí, saltó a la vicepresidencia de las Juntas Generales de esa provincia, hasta 1987, una responsabilidad que encadenó con la de diputada del Parlamento de Euskadi (1986-1999) y consejera de Comercio del tripartito vasco (PSE,PNV y EB), que encabezaba José Antonio Ardanza.
La escalada política de esta mujer que el próximo martes cumple 63 años incluyó una intentona fallida para presidir el PSE-PSOE en 1998, un triunfo que logró Nicolás Redondo Terreros, y otra, igualmente frustrada, en el año 2000, para hacerse con la Secretaría General del PSOE y que ganó José Luis Rodríguez Zapatero.
Su última etapa dentro del PSOE, la pasó como eurodiputada (1999-2007) hasta que apostó por un camino nuevo.
Ocho años le ha durado a Rosa Díez su gran obra. UPyD pasará ahora a estar en nuevas manos. Aunque le pese a su mentora.