Aunque el Mallorca sigue sin anunciar de forma oficial el traspaso de Arango, el entorno rojillo ya lamenta el adiós del capitán del equipo, que se va por la puerta grande tras realizar un último favor a la entidad insular al renunciar a un porcentaje importante del 15 por ciento de la prima de traspaso, que tenía bloqueada la operación.
El Mallorca, acuciado por sus necesidades económicas, le había puesto el cartel de transferible y él ayudó para que el club se embolsara unos 3,6 millones de euros, justo un año antes de obtener su carta de libertad ya que en 2010 expiraba su contrato.
En la retina de los aficionados quedarán esos goles maravillosos marcados por el futbolista sudamericano desde su llegada a la isla en el 2004, su discreción fuera de los terrenos de juego y ese impactante codazo que le propinó el ex sevillista Javi Navarro, en marzo de 2005, que le dejó conmocionado sobre el terreno de juego del Ono Estadi. Arango estuvo al borde de la muerte, sufrió cortaduras en el labio, convulsiones, fractura de pómulo y estuvo unos días en terapia intensiva.
A las dos semanas del incidente, regresó a la cancha y fue titular con el equipo que entonces dirigía el argentino Héctor Cúper.
El ex jugador del Pachuca, Monterrey y Puebla siempre fue titular en los esquemas de los diferentes técnicos que se han sentado en el banquillo del Mallorca en los últimos años, aunque también atravesó por otros momentos, no tan buenos, en que su rendimiento fue cuestionado.
Arango deja el Mallorca en unos momentos cruciales para el futuro de la entidad, ya que el martes está previsto que el presidente Mateo Alemany haga efectiva su opción de compra de la mayoría del capital social del club por unos 1,5 millones de euros.
Por otra parte, el Valencia y el Real Mallorca han acordado verbalmente el traspaso del guardameta Moyá aunque todavía falta ratificarlo con la firma de los contratos.
